A la hora de hacer la compra, conviene decidir qué menús preferimos para la semana, a partir de los consejos sobre la lista de la compra más saludable que hemos pensado para este invierno. Obviamente, cuando llegue la Navidad tendremos que adaptarla. Empezaremos por un clásico: las frutas. Nos encon-tramos en la época durante la cual las que contie-nen más vitamina C resultan más necesarias, por su capacidad para protegernos de los habituales resfriados: naranjas, kiwis, fresas, uvas o caquis son algunas de ellas. Por tanto, empezar el día con una pieza de fruta o un zumo de alguna de estas variedades siempre será un buen comienzo. Ya sea para la comida o para la cena, siempre hay sitio para un plato de verdura (aunque lo ideal es comerlas al mediodía). Las reinas de esta temporada del año son las espinacas, las habas, las zanahorias y las coles, entre otras. Estas hortalizas son las que en invierno alcazan el punto de maduración y su sabor y propiedades están en su momento álgido. Tanto para el caso de las verduras como el de las frutas, cabe destacar la importancia de consumir aquellas que son de temporada. Es más fácil que la fruta de temporada sea de producción local que no que venga de otros países. De esta manera, con-sumimos un producto que no ha viajado miles de kilómetros, con la consecuente huella ecológica que deja su transporte. Y, además, esta fruta o verdura será más económica para nuestros bolsillos. Con el pescado sucede lo mismo, es preferible consumir aquel que nuestros pescadores pescan diariamente. Los peces, a su manera, también son estacionarios. Por lo general, el invierno es la época más idónea para consumir más bacalao, rape, gallo, dorada, merluza, pulpo o lubina, entre otros. Cabe recor-dar también que, a la hora de preparar la lista de la compra, se deberá apuntar pescado para 2 o 3 días (a la semana), tal como recomienda la propia OMS (Organización Mundial de la Salud). Las legumbres, por su parte, son un alimento bási-co y siempre ocupan una posición destacada en la pirámide nutricional. Son una de las fuentes de energía más importantes para nuestro organismo y también aportan aceites esenciales, vitaminas y minerales. Nos proveen muchas proteínas y ayu-dan a combatir enfermedades como la diabetes, problemas cardíacos o la obesidad. Las alubias, los garbanzos o las lentejas serán algunas de las legumbres más consumidas durante estos fríos meses. ¡No olvidemos apuntarlas en nuestra lista de la compra! Tampoco puede faltar la carne (a menos que sea-mos vegetarianos o veganos) en nuestra lista. Nos provee de energía y fuerza ya que parte de sus componentes son buenos para mantener la tensión muscular y la elasticidad de los tejidos. Sin embar-go, es importante no abusar de ella, sobre todo de la carne roja. Pollo, pavo, cerdo y, sin pasarse, ternera: por este orden. Dentro del grupo de alimentos proteicos ocupan un lugar privilegiado los huevos, fuente de muchas propiedades beneficiosas, en especial, de aminoa-cidos esenciales. Si bien no hay un límite muy defi-nido en cuanto a su consumo semanal, lo suyo es no tomar más de 4, sobre todo si tenemos el colesterol alto. Por último, cabe destacar que la clave de una buena lista de la compra invernal es el equilibrio. Es decir, no es necesario que cada semana compremos todo lo que aquí se recomienda: lo ideal es un poco de todo cada semana y sin abusar. Y, siempre, priori-zando los productos de proximidad: más saluda-bles para nuestro cuerpo, para el medioambiente y… para nuestro bolsillo.