El calor también afecta a tu coche: neumáticos, aire acondicionado y mucho más
Las altas temperaturas del verano afectan a todos y a todo por igual. No solo las personas y animales podemos notar las consecuencias negativas del calor, también es posible que los coches sufran averías que pueden poner en entredicho nuestra seguridad. Para evitar esto, es importante que tomemos algunas precauciones.
Revisar los neumáticos
El estado de los neumáticos del vehículo influirá de manera directa en nuestra seguridad durante el viaje. Es imprescindible que en verano revisemos que tienen la presión adecuada para poder agarrarse bien a la carretera.
Además, también es necesario comprobar que las ruedas no estén desgastadas. Antes de irnos de viaje, tenemos que mirar su dibujo y cambiar los neumáticos en caso de que tengamos dudas sobre su buen estado.
Es importante recordar que para valorar realmente el buen estado de las ruedas deberemos limpiarlos previamente con agua a presión.
Cuidar la conducción
De todos modos, la mejor recomendación para cuidar los neumáticos – y, por extensión, todo el vehículo – en verano es realizar una conducción lo más delicada posible. Evitar frenazos, derrapes y otros movimientos bruscos del coche contribuirá de manera clave a mejorar nuestra seguridad, además de alargar la vida útil de nuestro coche.
Otros elementos a tener en cuenta
Al empezar el verano, también se hace indispensable una revisión del aire acondicionado y del sistema de refrigeración del vehículo. Cualquier fuga de refrigerante puede hacer que el motor se caliente lo suficiente como para que el coche se pare.
De igual modo, un elemento tan simple como un parasol puede ayudarnos a que el coche sobrelleve mejor el calor del verano. Colocado en el parabrisas, puede hacer que la temperatura interna baje hasta 10 grados, lo que nos hará sentir mucho más a gusto al entrar en él y, además, nos evitará gastar combustible en aire acondicionado.
Cuidar a los pasajeros
Finalmente, es importante que cuidemos de las personas que viajan en el coche. Llevar ropa cómoda y holgada de fibras transpirables y asegurarnos de que en el coche siempre hay agua nos evitará sustos para nuestro organismo por un golpe de calor. Además, las gafas de sol son indispensables para una conducción segura durante la mayor parte del día.