Diferencia entre ciclomotor y motocicleta: ¿Cuáles son?

¿Cuál es la diferencia entre ciclomotor y motocicleta? 


Diferencia entre ciclomotor y motocicleta

Se trata de vehículos con los que estamos muy familiarizados y que tienen características en común, pero ¿te has preguntado qué los hace diferentes, más allá de su tamaño? La principal diferencia entre ciclomotor y motocicleta se encuentra en la capacidad del motor y la potencia. Para saber más, nos adentramos en las características de cada uno de ellos.

¿Qué es un ciclomotor? 

Si te gusta moverte por la ciudad de forma ágil y sin complicaciones, sobre todo a la hora de encontrar aparcamiento, el ciclomotor puede ser tu vehículo favorito. Tiene un motor de cilindrada no superior a los 50 centímetros cúbicos, lo que significa que es pequeño y no supera cierta velocidad. En concreto, los 45 km/h, como recuerda la DGT.

¿Te atrae la idea de desplazarte en un vehículo ligero de dos ruedas? El ciclomotor tiene un tamaño compacto y no demanda mucho consumo de combustible, por lo que te resultará práctico y económico en trayectos urbanos medios y cortos. Sin embargo, en autovías y autopistas no está permitido su uso por resultar menos estable y visible. 

Recuerda que, como sucede con otros vehículos a motor, es necesario tener un seguro de ciclomotor para poder circular con uno. La cláusula básica y obligatoria es la de responsabilidad civil, que cubrirá posibles daños accidentales a terceros, pero hay otras que te ayudarán a circular protegido.

¿Qué es una motocicleta?

Si prefieres sentir más potencia y velocidad, además de tener más libertad de movimiento dentro y fuera de la ciudad, te gustará más la experiencia que ofrece la motocicleta. A diferencia del ciclomotor, su cilindrada es superior a los 50 cc, luego supera los 45 km/h. 

La DGT distingue entre las motos de dos ruedas y las que cuentan con sidecar, que te proporcionan más capacidad de transporte, de manera que hay diferentes tipos según tus necesidades. Además, con una moto puedes acceder a vías interurbanas como autopistas y autovías, ya que tienen una construcción más robusta. 

Sean cuales sean tus itinerarios, también necesitas un seguro para motocicleta con cobertura de responsabilidad civil, como mínimo. La mayoría de conductores optan por incluir otras cláusulas útiles como la de asistencia en carretera, con la que se aseguran ayuda siempre que la necesiten. 

Diferencias entre ciclomotores y motocicletas

Ciclomotores y motocicletas han ido ganando popularidad porque se erigen como una gran alternativa a los coches, sobre todo en trayectos urbanos e interurbanos habitualmente muy congestionados. A la hora de afrontar un atasco o de buscar aparcamiento, los vehículos de dos ruedas resultan más cómodos y prácticos. Pero, además de tener características comunes, tienen diferencias en las que cabe profundizar. 

Cilindrada y velocidad

Uno de los aspectos clave para entender la diferencia entre ambos vehículos es la potencia del motor. Está definida por la cilindrada, que se mide en centímetros cúbicos y expresa la capacidad del motor para quemar combustible

En los ciclomotores la cilindrada no supera los 50 cc, por lo que su velocidad queda limitada a los 45 km/h. Es lo suficiente como para que puedas moverte por la ciudad con agilidad y sin prisas, pero no tanto como para circular por vías que exigen más velocidad. 

En las motocicletas, en cambio, la cilindrada es de más de 50 cc. Tu moto puede alcanzar una velocidad máxima que varía según su categoría y modelo, pero sus posibilidades de uso son mayores que en el caso del ciclomotor.

Peso y tamaño

Los ciclomotores suelen ser vehículos más ligeros, pequeños y compactos. Al estar diseñados para trayectos cortos en entornos urbanos, no necesitan más componentes ni envergadura. Las motocicletas, al tratarse de vehículos más potentes, son más pesadas y voluminosas.  

Para que te hagas una idea, una moto estándar puede llegar a pesar unos 200 kg, mientras que una scooter urbana se queda bastante por debajo de los 100 kg, por lo general. 

Licencia de conducir

Las diferencias entre motocicleta y ciclomotor se extienden a los trámites administrativos a completar y las aptitudes a demostrar. Para un ciclomotor te sirve una licencia AM, que puedes obtener a partir de los 14 años. 

En cambio, las motos requieren licencias más avanzadas y adaptadas al tipo de vehículo que quieres conducir, es decir, su cilindrada y potencia:

  • Licencia A1. Se puede obtener a partir de los 16 años para conducir motocicletas de hasta 125 cc.
  • Licencia A2. Puedes obtenerla desde los 18 años para conducir motocicletas con una potencia máxima de 35 kW.
  • Licencia A. Con ella puedes conducir cualquier motocicleta, pero es necesario tener 20 años para tenerla. Esta licencia se expide a conductores que tienen un permiso A2 y, al menos, dos años de antigüedad. También puedes acceder a una licencia A si tienes un carnet B y más de 3 años de experiencia.

Consumo de combustible

El ciclomotor tiene un consumo bajo por su menor potencia y cilindrada. Una moto gastará más combustible, aunque la cantidad es variable según el modelo y la forma de conducir. 

Mantenimiento

Los ciclomotores son vehículos más sencillos, por lo que su mantenimiento es más económico. La moto, en cambio, requiere inspecciones y reparaciones más complejas y costosas, generalmente, sobre todo si se trata de vehículos de alta gama.

No importa qué manejes, asegúrate de estar protegido

Las diferencias entre ciclomotor y motocicleta motivan que el primero se vea como un medio de transporte ligero y práctico, mientras que la segunda genera toda una cultura que une a los apasionados de este tipo de vehículos. ¿Cuál prefieres? Sea cual sea, te recordamos que en ambos casos necesitas un seguro de responsabilidad civil para circular. 

Nuestro consejo es que vayas más allá de esa cobertura básica obligatoria. Un seguro bien diseñado y adaptado al tipo de vehículo que usas puede ser útil cuando menos te lo esperes, por ejemplo, cuando necesitas asistencia en carretera o defensa ante una multa de tráfico que se podría recurrir. Con solo una llamada nos pondremos en marcha para resolverlo.