¿Por qué tenemos hipo?

¿Te ha gustado este artículo?
Puntuación: 4 basado en 1 valoraciones

porque tenemos hipo, causa del hipo, hipo causas y remedios

Todos hemos sufrido en alguna ocasión un molesto ataque de hipo. Por lo general dura unos pocos minutos y se va, pero en algunas ocasiones puede durar horas o incluso días. ¿Te has cuestionado por qué tenemos hipo? En este post te lo explicamos.

¿Cuál es la causa del hipo?

El hipo es un tipo de movimiento involuntario (que no podemos controlar) de un músculo que se llama diafragma que separa la cavidad torácica, de la abdominal.

La causa real de estas “contracciones” aún sigue por determinar, pero sabemos que incluso los fetos lo desarrollan en el seno materno.

Lo que sí se ha estudiado es que algunos factores tienden a desencadenarlo con más facilidad, por ejemplo la ingesta de alcohol, de bebidas con gas, de comidas picantes, fumar o comer muy rápido. Otra explicación sería que estos factores irritaran el nervio que controla el diafragma dando por resultado el hipo.

Clasificación del hipo

Según la SMEG (Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia) el hipo no tiene ninguna función protectora ni siquiera desempeña ninguna función fisiológica, a diferencia de otros actos reflejos como la tos o el vómito.

Existen tres tipos de hipo clasificados por su duración:

  1. El hipo intratable: muy rara vez se produce pero existe algún caso en el que el hipo se ha alargado por más de dos meses.
  2. El hipo transitorio: que dura como máximo 48 horas. Es el más común. Normalmente remite en cuestión de minutos.
  3. El hipo persistente: cuya duración se estima entre las 48 horas y el mes.

Remedios contra el hipo

La SMEG aclara que no existe un remedio que realmente esté comprobado que funcione contra el hipo, pero apuntamos los siguientes remedios caseros:

  • Ponerse en posición fetal (rodillas encima del tórax y de lado)
  • Colocar una cuchara fría levantando la úvula
  • Hacer que vas a estornudar o a toser
  • Respirar utilizando una bolsa de papel
  • Dejar de respirar un tiempo determinado
  • Llevar a cabo la llamada maniobra de Valsalva (la manera más fácil es bebiendo agua sin respirar y tapándote la nariz al mismo tiempo)
  • Golpear la espalda

En el caso de que el hipo siga perdurando o se produzca muy a menudo, recomendamos que visites a un médico para descartar problemas de esófago, estómago o algún tipo de accidente cerebrovascular.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

trece + cinco =