El sistema de frenado del coche lo conforman dos componentes: los discos de freno y las pastillas. Para mantener su correcto funcionamiento deberás prestar atención a su cuidado. En este post te explicamos cómo saber cuándo cambiar las pastillas de freno.
¿Cuándo debes cambiar las pastillas de freno?
No existe una regla cierta que te diga cuándo las debes cambiar exactamente, lo que sí es cierto es que existen tres señales que te hacen plantear que ha llegado el momento:
- Si oyes algún ruido no habitual al pisar el pedal de freno.
- Si ves que el pedal se hunde más de lo normal, o por el contrario, si el pedal va mucho más duro y no puedes pisar a fondo.
- Si el volante te vibra al frenar o oyes chirridos.
¿Cómo puedes evitar tener que cambiar las pastillas de freno cada poco tiempo?
Está claro que la conducción de cada persona tiene mucho que ver en la periodicidad del cambio de estas piezas.
Si tu conducción es mayoritariamente por autopista, se desgastarán menos que si conduces por ciudad o alta montaña, sitios donde requieres frenar más frecuentemente (por culpa de los semáforos, en ciudad o de peligros inherentes a la naturaleza, en la montaña).
Puedes probar a frenar con el motor, cambiando y disminuyendo las marchas progresivamente, siempre que te sea posible.
¿Por qué es necesario que cambies los discos de freno?
- Los discos de freno tienen un grosor mínimo. Si están demasiado finos debido al desgaste puede que las pastillas de freno, que van acopladas, no hagan la presión suficiente y, por lo tanto, la frenada no sea efectiva.
- Por otra parte, si las pastillas de freno están también gastadas, se deberán cambiar (independientemente de si los discos lo estén o no) ya que la presión tampoco sería la adecuada poniendo, de este modo, en riesgo tanto pasajeros como viandantes.
- Aunque la mayoría de coches modernos tienen un sensor que te avisa, es muy importante que lleves tu coche a un mecánico de confianza como los que te proporciona el seguro de coche de Occident con su red de talleres AutoPresto.