Los créditos ICO son el método de financiación para PYMES que más se utiliza a la hora de poner en marcha una nueva empresa o expandir un negocio. Pero hay otros métodos: te mostramos cuáles son las mejores alternativas a un crédito ICO.
Un crédito ICO es un préstamo otorgado por el Instituto de Crédito Oficial para PYMES o autónomos. El crédito es gestionado por una entidad financiera, que es la encargada de analizar si es viable otorgar el préstamo. Además, la entidad financiera se encarga de gestionar el importe prestado y de asumir el riesgo en caso de que el solicitante no pague.
La persona o empresa que solicita el crédito, debe presentar:
Por ejemplo, el dinero solicitado se puede pedir para este tipo de cosas:
El dinero otorgado no puede ser superior a 12,5 millones de euros y el máximo periodo de amortización es de 20 años. Normalmente, la concesión de estos préstamos se mueven en cifras más bajas, alrededor de los 25.000€. Las condiciones de devolución difieren dependiendo del tipo de préstamo ICO solicitado. El interés puede ser de tipo fijo o variable.
Aunque los créditos ICO son la opción más demandad, existen otras maneras diferentes de obtener la financiación para PYMES necesaria para montar o expandir una empresa.
Junto con el crédito ICO, el préstamo bancario es la opción preferida de cualquier empresa o autónomo para obtener financiación.
En caso de que falle la petición a una entidad financiera, es posible acudir a una Sociedad de Garantía Recíproca. Estas sociedades ayudan a PYMES a obtener mejores condiciones de financiación, además de avalarlas.
El crowdfunding es una forma de financiación que nació no hace mucho tiempo. Se trata de buscar inversores anónimos de manera online, a través de una plataforma. Los usuarios ponen de su dinero para financiar la empresa, recibiendo a cambio ciertas recompensas una vez el producto o el servicio haya salido al mercado.
La empresa pone una cifra máxima necesaria para empezar el proyecto y, si llega, recibe el importe que ha sido pagado por los usuarios.
Hay otros modelos similares, donde se puede donar y no recibir nada a cambio. O donar y recibir a cambio participaciones en la empresa, es decir, como si estuvieras comprando acciones en bolsa.
El crowdlending es también una forma de financiación online. En esta ocasión, la empresa pide un préstamo a una plataforma digital, y esta puede prestar el importe a la empresa gracias al dinero que han aportado los usuarios de la plataforma. A cambio, los usuarios recibirán el importe que han aportado más una pequeña rentabilidad.
Otra opción es pedir la financiación a personas o a empresas privadas que se interesen en financiar PYMES. Es muy común hoy en día que las startups consigan financiación de grandes empresas, a cambio de que puedan ser partícipes en el futuro del negocio.
Muchas veces es posible obtener algún tipo de subvención ofrecida por el estado a través de las comunidades autónomas o de los ayuntamientos de las ciudades y pueblos. Es un proceso lento y no es sencillo de conseguir por los requisitos impuestos y por toda la burocracia que conlleva. Pero es una opción factible con la cual no tendrás que devolver ninguna cantidad.
Es posible obtener financiación para PYMES más allá del crédito ICO. El crédito ICO y el préstamo bancario son las más habituales porque son las más sencillas de conseguir, pero existen otros modelos que no son tan complicados, y que pueden resultar incluso mejores. Infórmate de cuál sería el más conveniente en tu caso.