Lavas a tu perro con la frecuencia adecuada, lo secas bien, has lavado sus juguetes y zonas de descanso… pero sigue oliendo mal. ¿Te pasa? El olor puede enturbiar los momentos con tu mascota y no tanto por lo desagradable, sino por la sensación de que algo no va bien.
Queremos ayudarte a conocer si es normal que tu perro huela mal, qué causas puede haber detrás y cómo puedes solucionarlo. Con la atención y la información adecuada, el problema puede desaparecer muy pronto.
Entendiendo el olor natural de los perros
“Mi perra huele muy mal, ¿es normal?”. Antes que nada, conviene recordar que este tipo de percepciones son subjetivas. Los perros no tienen que tener un olor agradable, sino el suyo propio, que puede ser más perceptible en zonas como las almohadillas, las orejas o el ano. Son las zonas donde más glándulas se concentran.
Además de estas, influyen también factores como el estado de la piel y del pelo, la alimentación y el entorno. Por ejemplo, las razas con la piel arrugada y las que tienen un pelo profuso o graso pueden retener olores entre los pliegues.
Los olores naturales de los perros son saludables y les sirven incluso para comunicarse entre ellos, no hay que preocuparse por ellos. En cambio, un olor desagradable que no se va ni con el baño, o que has notado que procede especialmente de la boca o las orejas, sí suelen necesitar atención.
¿Cuándo el mal olor es motivo de preocupación?
Hemos visto que hay olores naturales y olores que pueden indicar que algo no va bien. Antes de adentrarnos en los motivos que pueden explicar por qué tu perro huele mal, te indicamos las señales a las que prestar atención:
- El olor que desprende es fuerte y penetrante, y no se va ni siquiera con el baño.
- Has visto un cerumen oscuro en sus orejas.
- Tiene irritaciones en la piel, picor o secreciones.
- Desprende muy mal aliento.
- Has notado que el olor proviene de su trasero.
Causas del mal olor en perros
El olor desagradable puede ser solo una consecuencia más de otro problema que le puede estar generando malestar. Repasamos algunos de ellos.
Problemas cutáneos
La falta de higiene, las seborreas o dermatitis producidas por infecciones bacterianas pueden provocar ese olor tan desagradable. Otras señales que pueden indicar que tu perro tiene problemas dermatológicos son la producción excesiva de grasa o la de caspa. Según el diagnóstico, necesitará antibióticos o algún tratamiento tópico.
Infecciones por levaduras
Las levaduras, como Malassezia pachydermatis, son microorganismos comunes en los perros, pero pueden proliferar anormalmente y causar inflamación en la piel o el oído. Si sospechas, fíjate si tiene también picazón y enrojecimiento, especialmente en la piel de alrededor del ano, la vulva y las almohadillas.
Enfermedades bucales
¿Has tenido un pensamiento similar a “mi perra huele a podrido” al acercarte a tu mascota últimamente? Puede ocurrir si tiene halitosis, motivada en muchas ocasiones por el exceso de sarro. Puede irritar las encías y provocar gingivitis u otras infecciones, por lo que es conveniente llevar una buena higiene bucodental.
Infección en las glándulas anales
Las glándulas anales tienen forma de saco y se encuentran a ambos lados del ano. Cumplen su función en el marcado de territorio y la identificación del perro, por lo que desprenden un olor intenso y característico que se puede percibir, especialmente, en situaciones que pueden generarle estrés: una pelea, algo que le provoca miedo…
En las glándulas se pueden producir problemas como obstrucciones, infecciones o fístulas, que desprenden un olor desagradable y necesitan atención veterinaria.
Mala alimentación
La dieta está directamente relacionada con la salud de tu mascota. Si es de baja calidad o no atiende bien sus necesidades, la salud de la piel o de su pelo se pueden ver afectadas, y una de las consecuencias es el mal olor.
Infecciones urinarias
La infección de la orina, o cistitis, es frecuentemente causada por bacterias y provocan la inflamación de la vejiga y el uréter. La orina y los restos que queden en la zona tienen un olor fuerte, similar al amoníaco. Si ves que tu perro orina frecuentemente, parece que le duele y has visto restos de sangre, este puede ser el problema.
Insuficiencia renal
En los casos de insuficiencia renal, los riñones del perro no filtran bien las toxinas del cuerpo. El exceso de urea se puede acumular en zonas como la boca, produciendo llagas y mal aliento.
Diabetes
La diabetes mellitus es un trastorno del metabolismo producido por la deficiencia de insulina. Si tu perro la padece y no la tiene controlada, su aliento puede desprender un olor parecido a la acetona, por la acumulación de cuerpos cetónicos en su organismo. Fíjate bien en estos síntomas y en otros como el aumento de la frecuencia al orinar, la sed excesiva o la pérdida de peso, ya que la diabetes necesita una rápida atención veterinaria.
Parvovirus
Se la conoce también con el nombre coloquial “la parvo” y es una enfermedad producida por un virus muy contagioso. Puede aparecer olor anómalo, pero se manifiesta de un modo más agudo en diarrea, vómitos, fiebre, apatía y pérdida de peso, entre otros síntomas. Suele afectar a cachorros a partir de los cuatro semanas, especialmente a razas como el rottweiler, y requiere atención urgente.
Heridas infectadas
El pus o el tejido necrosado de una herida o corte mal curado pueden generar mal olor. Puede ser difícil de detectar, sobre todo en perros de pelo largo o rizado, por eso es aconsejable que revises a tu mascota con frecuencia.
Soluciones y prevención del mal olor en perros
¿Has logrado identificar la causa del mal olor de tu perro? Con una atención rápida y adecuada seguro que pronto volverá a estar como siempre.
Hay muchas situaciones que no se pueden prevenir, pero los buenos hábitos de higiene y cuidados suman al mantenimiento de su salud.
Baño y secado adecuado
Es frecuente que los perros se revuelquen para disimular su propio olor o como manera de comunicarse, y ya sabemos que en el suelo puede haber cualquier cosa. Por eso, y por los restos naturales que van acumulando en su cuerpo, conviene lavarlos con la frecuencia adecuada.
Utiliza productos apropiados, principalmente champú para perros. Hay otros como el espray de pelo o el bálsamo para las almohadillas y la piel que también pueden estar recomendados, según las necesidades de tu mascota.
Cuando termines de bañarlo, seca su pelo asegurándote de que retenga la menor cantidad posible de humedad para que no aparezcan hongos o parásitos.
Limpieza de oídos
Los oídos tienden a acumular cerumen y humedad. Los perros más vulnerables pueden tener con frecuencia problemas de picores, rojeces e irritaciones que pueden provocar mal olor. Por eso es tan importante proporcionarles un cuidado regular con limpiador de oído, que te ayudará a prevenir.
Cepillado regular
Cepillar el pelo de tu perro con frecuencia sirve para eliminar el pelo muerto, evitar nudos, retirar restos y repartir los aceites naturales de su piel. Además, podrás revisar si hay heridas, parásitos o infecciones.
Dieta equilibrada
La razón por la que tu perrita huele mal puede estar en la dieta: si es de calidad, es la adecuada para su edad, tamaño y nivel de actividad, es rica en nutrientes y está bien equilibrada, se notará por dentro y por fuera.
Además, tu perro puede tener necesidades dietéticas especiales que conviene atender bien. Por ejemplo, los perros con diabetes necesitan dietas ricas en fibra y carbohidratos complejos, como indica el manual de veterinaria MSD.
Limpieza de la cama y juguetes
Sus juguetes y accesorios acumulan pelo, suciedad o babas, especialmente textiles como la cama y las mantas. Lávalos regularmente con detergentes suaves para mantener el ambiente limpio y sin olores. También es conveniente limpiar regularmente bebederos y comederos.
Revisión de glándulas anales
Si tu perro arrastra el trasero por el suelo, se lame o rasca la zona con frecuencia o tiene problemas al defecar, además de haber percibido mal olor, puede tener las glándulas obstruidas. Las debe vaciar un veterinario o profesional cualificado que, además, podrá ver si se han inflamado y ulcerado. En ese caso, tal vez necesite también medicación.
Algunos perros necesitan que se vacíen sus glándulas anales de forma periódica y seguir una dieta rica en fibra, especialmente si tienen antecedentes de infecciones. Con la conveniente revisión veterinaria, podrás evitarle muchas molestias.
¿Cuándo acudir al veterinario?
El mal olor puede ser tan desagradable y repentino que llamará tu atención, más aún si va acompañado de otras señales y si no desaparece ni siquiera tras el lavado. Si observas alguna de las siguientes, te recomendamos ir al veterinario:
- Picores.
- Secreciones.
- Pérdida de pelo.
- Infección en los oídos.
- Cambios en su comportamiento, como decaimiento o falta de apetito.
- Mal aliento.
Tu perro también está protegido con Occident
Sabemos lo importante que es tu mascota para ti, por lo que, si tu perra huele mal, querrás proporcionarle atención y cuidados para solucionar el problema.
A veces la solución es sencilla, pero otras requiere un tratamiento más prolongado en el tiempo. Si es así, no te aflijas. Con la atención veterinaria y las coberturas de un seguro de mascotas como el de Occident sentirás que tu perro está en las mejores manos.
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