Salario mínimo, alquileres, inflación… ¡Con esta situación: necesitas empezar a ahorrar! Pero si no sabes por dónde empezar. Te voy a contar TODO, TODO y TODO sobre ahorro.
Lo primero, un consejo: ahorrar fuera de la cuenta corriente. Quédate, que te cuento por qué esta idea puede ayudarte a empezar con buen pie.
Por qué no ahorrar solo en la cuenta corriente
Tienes que saber esto: si dejas el dinero en la cuenta corriente, ahí se queda. No se mueve, no crece, y en un contexto con inflación… incluso pierde valor con el tiempo.
Pero si ahorras fuera de la cuenta, ese dinero puede empezar a trabajar para ti. Puede crecer. ¿Cómo? Hay varias opciones, y la clave está en entender cuál se adapta mejor a tus objetivos.
Ahorro a tipo fijo
Si hablamos del ahorro a tipo fijo, te lo explicamos sin tecnicismos: es como prestarle tu dinero al amigo de toda la vida, ese en el que sabes que puedes confiar.
Sabes desde el principio cuánto vas a ganar, y eso da tranquilidad. Es un tipo de ahorro más sencillo y con menor riesgo. Ideal si buscas estabilidad y no quieres sobresaltos.
Renta variable
Ahora bien, si lo tuyo es apuntar alto, puedes explorar la renta variable. Es mucho más dinámica. La rentabilidad esperada es mayor, pero también lo es el riesgo: puedes ganar… o perder.
Y aquí es donde entendí algo importante: no se trata de elegir uno u otro, sino de encontrar el combo perfecto para ti, ese que encaje con tus objetivos y tu tolerancia al riesgo.
Siempre con un consultor financiero
Es normal que muchos estemos perdidos cuando se trata de ahorro. Pero al hablar con un consultor financiero, todo empieza a cobrar sentido. Te ayuda a descubrir tu perfil, qué quieres conseguir y cómo estructurar tus ahorros para avanzar hacia esos objetivos.
¿Sabías este tip? Pues ya puedes empezar a aplicarlo. Eso sí, siempre, siempre, siempre acompañado de tu consultor financiero. Porque ahorrar bien, empieza por decidir bien.