Notar que tu coche tiene dificultades para subir una cuesta o adelantar puede generar preocupación por una posible avería. Pero, ¿cuáles son las causas más comunes de la pérdida de potencia al acelerar?
En muchos casos, puede deberse a problemas con el exceso de carga o a una obstrucción de los filtros. Pero no hay por qué anticipar lo peor. A continuación, te explicamos los motivos más habituales detrás de esta pérdida de rendimiento, y qué soluciones aplicar para que tu coche recupere toda su potencia.
¿Por qué un coche puede perder fuerza al acelerar?
La pérdida de potencia se percibe cuando el motor no consigue generar la energía suficiente, pero las causas pueden ser muy diversas. ¿Se trata de una avería mecánica leve o grave? ¿O simplemente se trata de un fallo puntual del vehículo?
Aunque no sepas con certeza qué le ocurre al coche, conviene no ignorar las señales. Pasarlas por alto puede agravar la avería, incrementar el coste de reparación y afectar negativamente al rendimiento futuro de tu vehículo.
Principales causas mecánicas que debilitan el motor
A veces, la pérdida de potencia puede estar relacionada con el estilo de conducción, especialmente en conductores principiantes. Sin embargo, cuando esta pérdida se vuelve constante, podría ser indicio de un problema mecánico. Por eso repasamos las causas más comunes que pueden estar detrás de esta situación.
Un fallo en los inyectores de combustible
Los inyectores tienen la función de suministrar la cantidad adecuada de combustible para que se mezcle con el oxígeno en la cámara de combustión. Si presentan algún fallo, la mezcla puede ser incorrecta, lo que impide que el motor genere la fuerza necesaria. Como consecuencia, es posible que notes tirones durante la conducción o un aumento en el consumo habitual de combustible.
Los sensores y la centralita, el cerebro del motor
La centralita es la unidad de control del motor y se encarga de gestionar el funcionamiento del vehículo. Una de sus funciones principales es recopilar información de distintos sensores, como el de oxígeno. Si alguno de estos sensores envía datos erróneos, el coche puede perder potencia, en algunos casos, incluso puede entrar en un modo de emergencia, que limita la velocidad a unos 80 km/h para proteger el sistema.
Filtros de aire y combustible que necesitan un cambio
Cuando los filtros están obstruidos, afectan al funcionamiento del vehículo. El filtro de aire puede dificultar la entrada de oxígeno al motor; mientras que el de combustible puede impedir el suministro adecuado de carburante. En ambos casos, el resultado puede suponer una pérdida de potencia del coche.
Problemas asociados a un embrague desgastado
¿Notas que las revoluciones del motor suben mucho al acelerar? Es posible que el embrague esté patinando debido al desgaste. Esto provoca que la fuerza que se transmite a las ruedas sea insuficiente.
Cuando el caudalímetro no mide bien el aire
El caudalímetro es un componente electrónico que regula el volumen de aire que entra en el motor. Si está obstruido o averiado, la mezcla con el carburante no será óptima, lo que afectará al rendimiento del vehículo. Esta situación puede manifestarse en forma de tirones al acelerar, pérdida de potencia, dificultades para arrancar o incluso la emisión de humo negro por el tubo de escape.
Otras razones por las que tu coche rinde menos y puedes evitar
Si notas una reducción en la potencia del motor, pero ninguno de los problemas anteriores parece estar detrás, es posible que el origen no sea mecánico, sino que esté relacionado con el estilo de conducción o el uso que se da al vehículo.
El uso incorrecto de las marchas
Conducir en una marcha demasiado alta hace que el motor trabaje a revoluciones muy bajas. Por el contrario, circular en una marcha demasiado baja provoca un exceso de revoluciones, forzando el motor y aumentando el consumo de combustible.
Los conductores experimentados saben adaptarse al rango de revoluciones por minuto en cada momento, buscando el mejor rendimiento del motor. Como todo, es cuestión de práctica.
El impacto de una carga excesiva en el vehículo
La pérdida de potencia del motor puede tener una explicación tan sencilla como el exceso de carga. Maletas, objetos pesados, equipamiento deportivo y otros enseres incrementan la demanda de energía del coche, lo que aumenta el consumo y fuerza los componentes mecánicos clave del vehículo. Concretamente, se somete a un esfuerzo extra al motor, la transmisión, los frenos y la suspensión, que deben trabajar más para mover y controlar un peso mayor.
La DGT recuerda que la carga no solo debe ser adecuada por motivos de eficiencia sino también por seguridad. Una carga mal distribuida o mal sujeta supone un riesgo para los ocupantes del vehículo.
Conducir con el freno de mano ligeramente activado
Aunque no es una causa habitual de pérdida de potencia, el freno de mano puede quedarse ligeramente activado sin que te des cuenta. Los vehículos suelen emitir señales visuales o sonoras, como medida estándar de seguridad, en ese caso, el coche pierde fuerza y el sistema de frenado puede quedar dañado.
¿Es verdad que el aire acondicionado resta potencia?
Sí, el aire acondicionado puede restar potencia al vehículo. El compresor necesita energía del motor para enfriar, lo que supone un esfuerzo adicional. Este efecto se nota especialmente en coches de menor cilindrada o al subir pendientes pronunciadas. Si detectas que el vehículo necesita más potencia, apaga momentáneamente el aire acondicionado.
¿Qué hacer si tu coche sigue sin fuerza al acelerar?
Si el problema persiste lo más recomendable es acudir a un taller de confianza para que un mecánico especializado realice un diagnóstico adecuado. Podrá detectar fallos en los inyectores, los sensores, la centralita u otros componentes del vehículo, que conviene reparar para evitar daños mayores.
Cómo detectar y prevenir la pérdida de potencia
Tanto las revisiones periódicas como aquellas que se realizan al notar un funcionamiento anómalo son fundamentales.
¿Qué es el autodiagnóstico y cómo puede ayudarte?
El autodiagnóstico consiste en utilizar equipos especializados para evaluar el estado del vehículo y detectar posibles fallos mecánicos o electrónicos. Ante una pérdida de potencia, lo mejor es hacer un diagnóstico global del coche.
Una de las herramientas más utilizadas es el escáner OBD, que se conecta al coche para leer y proporcionar información sobre el motor y otros sistemas. Este dispositivo puede avisarte si detecta alguna anomalía.
Cómo usar una máquina de diagnóstico
Las máquinas de diagnóstico se conectan al coche y leen los códigos de error registrados por la centralita. Por ejemplo, el código P0401 indica una obstrucción en la válvula EGR, lo que provoca que el flujo del sistema de recirculación sea insuficiente.
En los talleres mecánicos es habitual que antes de utilizar herramientas electrónicas se realice una inspección visual del motor y otros componentes del vehículo. Esta revisión permite comprobar elementos como los filtros de aire y combustible, las conexiones y tuberías del sistema de escape, o el estado de los inyectores.
Mantenimiento de inyectores y filtros
Revisar el estado de los inyectores permite detectar si tienen suciedad o fugas que impidan su correcto funcionamiento. Una medida de prevención es usar aditivos limpiadores de inyectores que ayudan a evitar la acumulación excesiva de residuos.
Si escuchas ruidos extraños en el motor o en el sistema de escape, es posible que el problema esté en los inyectores. La solución puede requerir una limpieza profesional o, en casos más graves, una sustitución, que implicará un mayor coste.
Cómo revisar sensores y centralita
Para revisar el estado de los sensores y la centralita, lo más habitual es utilizar máquinas de escaneo OBD. Estos dispositivos ayudan a identificar y corregir fallos, ya que se conectan directamente al ordenador del vehículo para leer los códigos de error que este genera cuando algo no funciona correctamente. Gracias a ello, pueden detectar una gran variedad de averías, desde un fallo en el sistema de encendido o en un inyector, hasta problemas con sensores específicos como la sonda lambda (clave para las emisiones) o un sensor del ABS. Muchos conductores optan por adquirir escáneres económicos para localizar el origen del problema con esta información y, si está en su mano, intentar solucionarlo por su cuenta.
Sin embargo, es necesario conocer el significado de los códigos de error para saber qué fallo tiene el vehículo. Aunque algunos puedas encontrarlos fácilmente en internet, la comprobación específica de componentes, la limpieza profesional o la sustitución de piezas son tareas complejas para un usuario sin conocimientos técnicos.
La importancia de las revisiones periódicas para anticiparse
Conocer las causas de la pérdida de fuerza de tu coche al acelerar puede ayudarte a detectar fallos y, dentro de tus posibilidades, corregirlos. El temor a enfrentarse a facturas elevadas en el taller lleva a muchos conductores a utilizar sus propios escáneres e intentar solucionar los problemas por su cuenta, pero no siempre es recomendable. Cuando el fallo es complejo, esta opción puede implicar una pérdida de tiempo, esfuerzo y dinero.
Lo más práctico es anticiparse a los problemas y contar con un seguro de coche. Ante situaciones como la pérdida de potencia, no necesitas comprar ni aprender a usar escáneres; basta con hacer una llamada para que profesionales se ocupen de todo.
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