Cada vez son más las organizaciones que deciden responsabilizarse de forma activa en el problema global que supone el cambio climático. Teniendo en cuenta el impacto medioambiental que las empresas de todos los tamaños y ámbitos generan, desde el sector de la construcción se está dando una fuerte apuesta por el uso de materiales de construcción sostenibles.
Hablamos de un mercado complejo en el que la calidad de los recursos es fundamental incluso en la seguridad de los usuarios finales. En este sentido, los materiales de construcción sostenibles también pueden resultar útiles y solventes en el sector, tan solo es necesario conocer cuáles son los más adecuados en cada caso, algo que vamos a hacer a continuación.
Si te desarrollas profesionalmente en este ámbito y has tomado conciencia de la responsabilidad medioambiental de tu trabajo, es probable que te hayas planteado cuáles son los materiales de construcción sostenibles de los que hablamos y de qué modo pueden aplicarse en cada caso. Así pues, a continuación presentamos una lista con 10 alternativas recurrentes:
El Hemprcrete forma parte de esta ola de materiales de construcción sostenibles que han llegado para quedarse por razones obvias: una mezcla de fibra de cáñamo y cal que absorbe dióxido de carbono. Se emplea fundamentalmente como aislante acústico y térmico gracias a propiedades como su ligereza y su resistencia al fuego.
En cambio, el terrazo es uno de los materiales de construcción sostenibles más antiguos del mercado, ya que se estima que su uso se remonta a hace más de cinco siglos. Aunque su composición puede variar, se trata de una mezcla de diversos materiales -habitualmente cuarzo, vidrio o mármol- con resina epoxi para su unión.
Sí, como lo oyes, la lana de oveja es otro material de bajo impacto medioambiental muy empleado en construcción, de nuevo por sus características como aislante térmico y acústico, que la han convertido en un elemento habitual tras los muros de viviendas y oficina, generalmente mezclada con otros materiales con propiedades similares, como la llamada lana de roca.
El revestimiento interno es el uso más indicado para el corcho en construcción, entre otras cosas porque es un elemento ligero y muy aislante. Además, lejos de lo que se suele pensar por sus características estéticas, se trata de un material resistente a la abrasión y al agua, además de retardar considerablemente el avance del fuego en caso de producirse.
Por lo general los materiales tradicionales suelen ser los más sostenibles, y en este caso el barro cocido no es una excepción: someter la arcilla a altas temperaturas genera un material que, tratado de forma natural posteriormente, es muy interesante en la construcción, ya que es posible combinarlo con otros compuestos y presenta una gran adaptabilidad.
Como no podría ser de otra forma, la madera es el principal ejemplo entre los materiales de construcción sostenibles, ya que su producción no contamina lo más mínimo -aunque requiere de una gestión responsable para evitar el impacto medioambiental-. Por lo demás, un producto ligero y resistente, totalmente adaptable y, sobre todo, la más estética de todas las alternativas.
En realidad, producir acero no resulta del todo sostenible, pero teniendo en cuenta su resistencia y durabilidad, se trata de un material idóneo para el reciclaje y la reutilización, lo que siempre implica un menor impacto en el entorno. Al tratarse de un producto tan habitual en construcción por sus múltiples virtudes a estos efectos, no es complicado encontrarlo.
Una producción económica y, nuevamente, derivada de la reutilización y el reciclaje hacen de la celulosa un material indiscutiblemente sostenible, además de muy provechoso en el sector de la construcción. Es ignífugo, insecticida y antifúngico, pero también aislante acústico y térmico; ¿se puede pedir algo más? Sí, que con su fabricación también elimina residuos previamente generados en la industria papelera y gráfica.
El micelio es una parte de los hongos comparable a la raíz de las plantas y, aunque su uso en construcción todavía se está experimentando, lo cierto es que ofrece una gran sostenibilidad y es muy resistente ante determinados agentes, como la humedad, el moho, el agua y el fuego. Su empleo en este ámbito, siempre combinado con serrín, es posible gracias a su alta moldeabilidad.
Aunque no deja de ser madera, el bambú merece mención especial entre los principales materiales de construcción sostenibles, precisamente por su producción. Su rápido crecimiento permite un desarrollo veloz de la planta y, por consiguiente, una mayor eficiencia como recurso, teniendo en cuenta que comparte las principales propiedades de otros tipos de madera.
Además de los propios materiales de construcción sostenibles, existen otros aspectos fundamentales en la reducción del impacto medioambiental en el ámbito de la edificación. Hablamos de nuevos tratamientos de los propios materiales, en su producción y en su aplicación, además de acciones sobradamente conocidas como el reciclaje:
Ante el auge de los materiales de construcción sostenibles, muchos compuestos tradicionales están buscando alternativas en su formulación que permitan continuar con su producción de un modo más amigable con el medioambiente. Destacan especialmente ciertos tipos de cemento y hormigón, como el llamado biorock, el hormigón autorreparable o el cemento termocrómico.
Más allá de los compuestos específicos como el cemento, algunos de los materiales utilizados habitualmente en construcción que generaban un impacto negativo mediante su fabricación, han desarrollado nuevas técnicas productivas que generan menos emisiones de CO2 y reducen los residuos e, incluso, los reciclan y reutilizan.
Aunque ya hemos hablado de varios materiales de construcción que pueden proceder de usos previos, el reciclaje en este ámbito es independiente de cuál sea el uso habitual de los compuestos. Es decir, otros productos como el vidrio, el plástico o el caucho son buenos ejemplos de cómo a estas materias se les puede dar una segunda vida en este sector.
Hemos hablado de la fibra de cáñamo y de la fibra de celulosa, existen otras fibras vegetales que pueden resultar interesantes como materiales de construcción sostenibles, como la fibra de coco, la de caña, la de yute o la de paja, además de las múltiples posibilidades que brindan determinados tipos de madera en este sentido.
Ante la compleja situación climática que vivimos, parece evidente la necesidad de colaboración desde todos los ámbitos con la intención de reducir y, a poder ser, revertir nuestro impacto. El auge de los materiales de construcción sostenible es el ejemplo perfecto de la necesidad de aplicar este tipo de mejoras en cualquier sector empresarial.
Además del uso de materiales sostenibles, como empresas tenemos la responsabilidad de proteger el medioambiente en el entorno en el que desempeñamos nuestra actividad. El seguro de responsabilidad medioambiental de Occident protege a las empresas en caso de generar daños inesperados en el medioambiente.
Los materiales de construcción sostenibles son aquellos que presentan un bajo impacto medioambiental en su fabricación y utilización, bien sea porque son naturales, porque se reciclan o porque su producción es altamente eficiente.
Los materiales de construcción sostenibles más habituales son la madera, el barro cocido, las fibras vegetales, el micelio, el hempcrete, el bambú, la lana, el corcho, la celulosa o el terrazo, entre otros.
Además de utilizar materiales sostenibles, la construcción sostenible debe garantizar un bajo impacto medioambiental por parte de la vivienda, recurriendo a estrategias como el aislamiento térmico o el aprovechamiento de energías renovables, entre otras.