Quieres construir la casa de tus sueños y por eso has decidido convertirte en autopromotor de vivienda. La autopromoción es una opción cada vez más popular, ya que permite un mayor control sobre el diseño, la calidad y los gastos de la vivienda, aunque también implica asumir ciertas responsabilidades y cumplir con requisitos legales y técnicos.
A continuación, exploramos en detalle qué significa ser autopromotor, los pasos a seguir, los requisitos y obligaciones, y los seguros necesarios para llevar a cabo este proyecto con éxito.
Ser autopromotor de una vivienda implica que una persona se convierte en el responsable principal del proyecto de construcción de una casa para uso propio, sin intención de promoverla para la venta a terceros.
A diferencia de comprar una vivienda ya construida, el autopromotor gestiona y dirige todo el proceso, desde la adquisición del terreno hasta la finalización de la construcción.
Entre las tareas del autopromotor se incluye la contratación de arquitectos, ingenieros y constructores, así como la supervisión de la obra y la gestión de los permisos necesarios. Este rol requiere una gran dedicación y conocimientos básicos en construcción y gestión de proyectos.
Convertirse en autopromotor de vivienda implica varios pasos, pero no es necesario ningún título especial, solo cumplir una serie de requisitos que te explicaremos más adelante.
En primer lugar, es fundamental contar con un terreno adecuado y asegurarse de que cumple con las normativas urbanísticas. Luego, se debe elaborar un proyecto arquitectónico que refleje las necesidades y deseos del futuro hogar. Posteriormente, es necesario obtener todas las licencias y permisos requeridos por la administración local.
Si tu interés radica en la reforma de una vivienda existente en lugar de construir una nueva desde cero, también puedes actuar como autopromotor de esa reforma. En este caso, deberás seguir un proceso similar al de la construcción de una nueva vivienda, pero adaptado a las particularidades de una reforma. En este caso, los pasos serían:
Además, para realizar el trabajo con éxito, es importante contar con profesionales cualificados que puedan asesorarte y ejecutar los distintos trabajos de la reforma de manera adecuada.
Ser autopromotor de vivienda conlleva cumplir con varios requisitos y obligaciones:
Como es normal, una obra conlleva muchos riesgos, para las estructuras, el proyecto en sí, pero también para las personas que participan en él. Para garantizar la seguridad y cobertura durante el proceso de construcción, es esencial contar con ciertos seguros:
Ser autopromotor de vivienda es una opción atractiva para quienes desean un hogar personalizado, pero requiere una cuidadosa planificación y cumplimiento de diversas normativas y obligaciones. Asegurarse de contar con los seguros adecuados es fundamental para proteger tanto el proyecto como a las personas implicadas.
Si el vendedor es un particular, se tributa un 10%, sobre el impuesto de transmisiones. Si es un empresario, persona física o sociedad, tributa por el IVA, a un tipo del 21% sobre el valor del terreno. Este impuesto consta en la factura que emitirá el vendedor.
Una persona se convierte en autopromotor en el momento que una persona tiene la intención de construir una vivienda para su uso propio o el de su familia, no por querer venderla y sacar un beneficio.
Escriturar la compraventa de un terreno se debe hacer ante notario, y es un trámite que suele costar entre 700 y 1.000 euros. Este valor variará según el precio del terreno.