¿Quieres saber si tu empresa es rentable? Existen varios indicadores importantes en gestión financiera que te darán el insight necesario para conocer el rendimiento de tu empresa y su éxito. Si te interesa saber más del margen bruto, el neto y el comercial y de qué manera calcularlo, ¡sigue leyendo!
El margen bruto es el valor que indica el nivel de utilidad que tiene una empresa, es decir, sus ingresos, a pesar de los gastos que tenga que cubrir. Este indicador representa la rentabilidad financiera de una entidad.
El margen bruto o de beneficio se suele representar en porcentaje y se trata de la relación de los ingresos totales por las ventas. Si el porcentaje del margen es mayor, esto quiere decir que la gestión de la empresa es más efectiva y podrá solventar de mejor forma sus gastos de salarios y alquiler, por mencionar algunos ejemplos.
Este porcentaje permite visualizar tendencias en ciertos periodos de tiempo y tomar mejores decisiones al momento de invertir. En resumen, funciona como una herramienta de análisis.
Es importante destacar que el margen bruto juega un papel muy importante en el estado de resultados, el cual permite tener un vistazo rápido de los gastos más relevantes de una empresa.
Este porcentaje se obtiene haciendo la siguiente operación:
Margen bruto: Beneficio bruto / ingresos brutos * 100
Los ingresos brutos son la totalidad económica que tiene una empresa por la venta de sus productos o servicios. Asimismo, el beneficio bruto son las ganancias que tiene una empresa después de haber restado cada uno de sus costes, por ejemplo los que corresponden a la fabricación. Para obtener el resultado en porcentaje que la relación de los valores se multipliquen por 100.
Una forma efectiva de elevar tu margen bruto es obtener un inventario de bajo coste. Por ejemplo aprovechar la temporada de descuentos para que el margen aumente y los costes disminuyan.
Como hemos mencionado, el margen bruto es una herramienta de análisis y, además de servirle a la empresa, funciona como indicador para los inversionistas con el fin de que conozcan de qué manera utiliza el dinero la compañía y comparar los mercados entre sí. En otras palabras, con este resultado los inversionistas determinan lo que podría suceder a futuro según los resultados actuales de la compañía.
Como habrás podido comprobar, el margen bruto contribuye a la toma de decisiones, tanto de manera interna como externa, principalmente, determina la forma en cómo gestiona una empresa cada uno de sus beneficios económicos.
El margen neto es un ratio financiero que permite medir la rentabilidad de una empresa. Se trata de un porcentaje que indica cuáles son los beneficios que obtiene una empresa después de restarle los costes de producción y venta de sus bienes y servicios: gastos de producción, impuestos, gastos en marketing, distribución…
Cuanto mayor sea ese porcentaje, mejor estará manejando la empresa sus gastos y mayor será la viabilidad.
Para calcular el beneficio neto de una empresa hay que llevar a cabo la siguiente ecuación:
Margen neto = (beneficio neto / ventas) x 100
El resultado de esta operación puede ser de dos tipos: positivo o negativo. En caso de que el porcentaje sea negativo , esto significa que la compañía no está generando beneficios suficientes para cubrir los gastos, o sea, que hay pérdidas.
Realizar de forma correcta el cálculo del margen neto de una empresa es de suma importancia para su viabilidad, puesto que te dará una idea de la capacidad de una organización para convertir los ingresos en beneficios.
Piensa que, para aumentar la rentabilidad de cualquier empresa, es básico no solo aumentar los ingresos sino también reducir los costes. Conocer el margen neto te dará una idea más clara sobre los gastos generales de tu compañía en comparación con tus ingresos y te permitirá tomar decisiones empresariales más precisas.
Por otra parte, debes tener muy en cuenta que un aumento de los ingresos de tu compañía no significa siempre un aumento en su rentabilidad. Así pues, el margen neto te ayudará a analizar las áreas de producción y venta de tus productos y servicios para que no te encuentres con sorpresas desagradables en el futuro.
Por último, debes saber que el margen neto de las empresas es un indicador clave para los inversores, que muchas veces deciden si aportar capital en una compañía o no en función de este porcentaje. Por eso debes monitorizarlo y asegurarte de que está siempre en márgenes adecuados.
Es común confundir el margen bruto con el margen neto, pero existen algunas diferencias puntuales.
Se le llama margen comercial a la diferencia entre el precio de venta y el precio de coste de un producto sin tener en cuenta cualquier tipo de impuestos. Por ejemplo, para una empresa que vende neumáticos, el margen comercial es el precio de venta de un neumático menos el coste de producción de ese neumático.
En el coste de producción van incluidos el coste de la materia prima para fabricar el producto, el coste de fabricación, el coste de almacenamiento (si se da el caso) y el coste de transportarlo al cliente final. Este concepto es importante para saber la viabilidad de una empresa.
El margen comercial tiene una fórmula muy sencilla:
Margen comercial = Precio de venta - coste del producto
Esta fórmula da como resultado un número, expresado en unidad monetaria. Para calcular el porcentaje, que es el dato que habitualmente se usa, únicamente habrá que dividir el resultado entre el precio de venta. Para verlo mejor, ponemos un ejemplo:
El margen de venta se suele utilizar para períodos específicos, como puede ser un mes, un trimestre o un año. Así es posible comparar de forma interna la evolución del margen comercial.
Este dato también se usa de manera externa, para saber en qué posición está la empresa frente a los competidores directos y poder tomar decisiones basadas en estas comparaciones. De aquí la importancia de este dato. Con el margen comercial es posible saber en qué posición está la empresa, tanto internamente como externamente.
El margen comercial es un dato muy importante y relevante para la vida de una empresa que debes conocer. Se usa tanto de manera interna como de manera externa por un lado, para medir el rendimiento de la empresa y, por otro, para comparar con empresas del mismo sector.