Las empresas, ya sean PYMES o más grandes, necesitan disponer de tesorería para cubrir sus necesidades diarias. No obstante, en ocasiones, la naturaleza del negocio impide que se tenga liquidez para solventar algunos gastos. En este sentido, las fuentes de financiación son una opción para cubrir los gastos de las empresas. Existen dos tipos de fuentes de financiación para una empresa, las internas y las externas. Continúa leyendo para conocer a profundidad sobre estos productos financieros.
Las fuentes de financiación son las vías o caminos que las empresas pueden tomar para obtener recursos financieros y, de esta manera, sufragar sus actividades diarias. A cambio, se deben asumir algunos compromisos y condiciones.
Las necesidades de una empresa son diversas: pago de nóminas, de impuestos, de servicios, etc. En la actualidad, y después de los duros momentos de la pandemia, las empresas buscan fuentes de financiación para reducir su escasez y aumentar su rendimiento empresarial.
Las fuentes de financiación se caracterizan por lo siguiente:
Como decíamos, existen dos tipos principales de fuentes de financiación, cada una tiene sus orígenes y ventajas que las hacen muy diferentes entre sí:
Una fuente de financiación externa es aquella que se obtiene del entorno de una empresa u organización, es decir, de bancos o instituciones que se dedican a prestar dinero.
Este tipo de fuentes de financiación se subdividen en dos grupos:
En el mercado hay diversas opciones para obtener capital de manera externa. Eso sí, antes de tomar cualquier decisión, es necesario considerar el modelo de negocio y las necesidades puntuales de la empresa. A continuación te compartimos algunos ejemplos de fuentes de financiación externa:
Las fuentes de financiación interna se obtienen del capital que aportan los socios de la empresa. A su vez, forman parte del patrimonio neto.
Las ventajas de la financiación interna son:
Hay que resaltar que si una empresa elige financiarse de manera interna debe tener el capital suficiente para solventar cada una de sus necesidades. Esto conlleva a que tenga un número menor de socios para que la distribución del riesgo no afecte en mayor medida.
Ahora que ya sabes cuáles son las fuentes de financiación, decide de forma asertiva y apóyate de los consejos de un asesor financiero.