El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) es un impuesto del Estado que recae sobre el precio del consumo de bienes y servicios. Hacienda es el organismo encargado de la recaudación de recursos y hacerlos llegar al Estado.
Las empresas deben ingresar el importe del IVA aplicado a sus bienes, servicios o productos que paga el consumidor final, ya que luego tiene que devolvérselo a Hacienda. Del mismo modo, presentan el IVA que han pagado a sus proveedores y, si este supera al de los ingresos, es Hacienda quien le debe dinero al empresario.
Así pues, la declaración trimestral del IVA significa dolores de cabeza para muchos empresarios y/o autónomos. En ocasiones puede resultar un proceso lioso y confuso. Por eso en este artículo vamos a ofrecerte la información necesaria para que puedas completar tu trimestre sin problemas.
Mediante la declaración trimestral del IVA cada tres meses, se le devuelve a Hacienda lo que los clientes han pagado a lo largo del trimestre fiscal. Es la forma que tiene Hacienda de comprobar que empresas y autónomos hacen bien sus cobros, sin ningún intento de estafa o fraude. Consecuentemente, la entidad pública cuenta con una base con la que corrobora que el IVA se ha declarado correctamente o no.
Los plazos para presentar la declaración trimestral son 4:
Según marca la Agencia Tributaria, el plazo para realizar las liquidaciones trimestrales es del 1 al 20 del mes siguiente al período de liquidación (abril, julio, octubre). En el cuarto trimestre se presentará del 1 al 30 de enero.
Del mismo modo, establece que en caso de que el último día de presentación de la autoliquidación de IVA sea inhábil, es decir, sábado o festivo; la fecha límite de presentación se traslada al día hábil inmediato posterior.
Para hacer la declaración trimestral del IVA necesitas tener preparados todos los ingresos y gastos relacionados con la actividad profesional que hayan tenido lugar en el trimestre correspondiente. Para formalizarlo debes aportar todas las facturas de cada uno de los gastos e ingresos.
Del mismo modo, también necesitarás los datos a rellenar sobre ti mismo como dueño y sobre la empresa (nombre, apellidos, razón social, NIF…).
El IVA deducido es aquel que contempla las adquisiciones de bienes y servicios que necesitas para desarrollar la actividad de tu empresa. Equivale al porcentaje de IVA que pagas en cada uno de tus gastos. Este importe es el que puedes restar del IVA que has de devolver a Hacienda. Estos gastos siempre tienen que estar justificados mediante la factura original y debidamente contemplados en los libros contables de la empresa.
A diferencia de éste, se encuentra el IVA repercutido, que es el más común. Es el Impuesto al Valor Añadido que cobras como profesional o como empresa a tus clientes, a través de la venta de sus productos/servicios. Por ello, se refleja en las facturas que emitas a tus clientes y debe ser íntegramente declarado a Hacienda.
Una vez presentadas todas las facturas, tanto de los ingresos como de los gastos, se extrae la diferencia.
Esperamos que tras ofrecerte esta información te sientas más seguro a la hora de realizar la declaración trimestral del IVA de tu empresa. ¡Ánimo con el proceso!.