Si en tu empresa cuentas con un patrimonio más que considerable es el momento de que estudies todas las posibilidades que ofrece una sociedad patrimonial familiar. Conoce en qué consiste este concepto, cuándo puede ser conveniente y descubre sus principales pros y contras. Te ayudamos a tomar las decisiones que más pueden beneficiar a tu negocio.
Una sociedad patrimonial familiar o entidad familiar es una la forma jurídica de una empresa destinada a la gestión de bienes y no a la realización de una actividad económica, es decir una sociedad dedicada a la administración de patrimonio.
Para que una sociedad patrimonial sea considerada como tal más de la mitad de sus activos deben tener forma de valores o ser considerados dentro de una actividad económica.
Desde que en 2015 incluyeron esta forma jurídica en la Ley del Impuesto sobre Sociedades y crearon una definición legal específica, estas sociedades pasaron a denominarse sociedades patrimoniales familiares o entidades patrimoniales, y no simplemente “patrimoniales”, como se conocían anteriormente.
Para entender en qué casos es conveniente considerar una sociedad patrimonial familiar, hay que saber cuándo hablamos de una actividad económica y cuando no.
Según la Agencia Tributaria, una actividad económica se realiza cuando:
Un contribuyente ordena por cuenta propia medios de producción y/o recursos humanos para la producción o distribución de bienes o servicios.
Por ejemplo, se considera actividad económica el arrendamiento de bienes inmuebles cuando para ello se cuenta con un local y, al menos, haya una persona empleada por cuenta ajena y a jornada completa.
Así que, ¿en qué casos se puede emplear una?
Por otra parte, es erróneo hablar de constituir una sociedad patrimonial como tal, ya que el primer paso es constituir el tipo de sociedad (ya sea civil o mercantil) y, después, si cumple las condiciones que hemos mencionado, esta pasará a considerarse a efectos fiscales como patrimonial.
Infórmate de los pros y contras de elegir la figura de la sociedad patrimonial familiar.
Por el momento, estas son las principales ventajas e inconvenientes de una sociedad patrimonial familiar, pero hay muchas otras cuestiones a tener en cuenta. Por tanto, lo mejor es que recibas asesoramiento por parte de los profesionales que ayudan a empresarios y autónomos en la gestión fiscal y contable de sus negocios.