¿Sabrías decir qué es un seguro de responsabilidad civil para empresas y cómo funciona exactamente? Has llegado al sitio adecuado: en este post vamos a explicar en qué consiste este recurso, cuál es su importancia y en qué casos es obligatorio contratarlo, además de mostrar ejemplos prácticos de su aplicación. Lee con atención para no perderte nada.
Para entender bien lo que es un seguro de responsabilidad civil primero debes conocer qué es la responsabilidad civil, que no es otra cosa que la obligación que tiene una persona de reparar el daño que hubiera causado a un tercero. Esta reparación suele suponer una indemnización de carácter económico, por lo que puede ir acompañado de un desembolso importante de dinero que afecte al patrimonio de una persona o empresa.
Por tanto, el seguro de responsabilidad civil es aquella póliza mediante la cual una compañía de seguros se hace cargo del pago de la correspondiente indemnización que se debe en caso de que el asegurado ocasione un daño a otra persona. A cambio, como en todo tipo de seguros, el asegurado paga una prima por esta póliza.
Aunque las coberturas que ofrece un seguro de responsabilidad civil para empresas dependen fundamentalmente de las condiciones de cada compañía de seguros, habitualmente es un recurso diseñado para cubrir los posibles daños personales o materiales que se puedan causar a terceros como consecuencia de la actividad profesional de un negocio -autónomo o empresa-, incluyendo los costes judiciales del proceso -la defensa de los intereses de la entidad- y la propia indemnización.
Aunque en ambos casos hablamos de responsabilidad civil y se cubren mediante el mismo seguro merece la pena hacer una distinción entre dos posibles escenarios con respecto a este concepto: la responsabilidad civil general y la responsabilidad civil profesional, cuya diferencia reside en la causa de los daños a terceros.
Mientras la responsabilidad civil general se refiere a los posibles daños de un tercero en la relación con la actividad profesional de la empresa o autónomo -por ejemplo un accidente en las inmediaciones del negocio-, la responsabilidad civil profesional se centra en aquellos daños a terceros que tienen lugar como consecuencia de un error o negligencia por parte de un profesional relacionado con la empresa.
El seguro de responsabilidad civil no es obligatorio para todas las actividades económicas y profesionales. Sin embargo, sí que resulta obligatorio para el ejercicio de ciertas actividades profesionales.
En definitiva, cuantos más riesgos para terceros conlleve la actividad que desarrollas como autónomo o empresa, más medidas deberás tomar para proteger tu negocio, tu integridad y, sobre todo, la de terceras personas que se puedan ver afectadas en el desarrollo de tu actividad. En líneas generales, los negocios y profesionales obligados a tenerlo son los siguientes:
No obstante, siempre es recomendable la contratación de este tipo de seguros, ya que provocar un daño a un tercero en el ejercicio de una actividad económica o profesional es algo mucho más común de lo que se puede llegar a pensar. En caso de no tener este tipo de seguro y provocar un daño a una tercera persona, el pago de la correspondiente indemnización puede ser de tal magnitud que tú, como profesional no puedas hacer frente a su pago, lo que supone un riesgo para la viabilidad de tu negocio y puede ponerla en entredicho.
Para entender la utilidad del seguro de responsabilidad civil para empresas en ámbitos y sectores en los que no es obligatorio por las características y condiciones de la actividad profesional, es importante visualizar algunos ejemplos de casos en los que, pese a la aparente carencia de riesgo en los procesos, puede resultar necesaria la contratación de este recurso.
Sin ir más lejos, si en un establecimiento comercial hay un desperfecto en el suelo o éste se encuentra mojado y provoca el tropezón o resbalón de un cliente, con tal mala suerte que la caída afecta a su integridad física, es probable que se requiera una indemnización que quedaría cubierta por un seguro de responsabilidad civil para empresas; en caso de no contar con él, los gastos correrían a cargo del negocio.
Otro ejemplo habitual es el de un trabajador a tu cargo que se desplaza a un domicilio para prestar un servicio contratado y provoca daños accidentales en su desempeño. La reclamación para una indemnización vuelve a ser nuevamente el escenario más probable y el seguro de responsabilidad civil para empresas la solución más razonable.
En definitiva, el seguro de responsabilidad civil para empresas supone una inversión que sirve como una especie de salvavidas del negocio, tanto a nivel legal como en el plano económico, ya que además de estas indemnizaciones también cubre los posibles costes de una defensa, otro gasto que corresponde a la empresa en caso de no contar con este recurso.
Ya ves que, aunque no sea obligatorio para tu actividad empresarial, es un punto positivo contar con un seguro de responsabilidad civil. De este modo, garantizas tu seguridad como persona jurídica o empresa. Si eres autónomo y necesitas contratar un seguro de Responsabilidad, en Occident podemos ayudarte a personalizar tu póliza en función del tipo de actividad económica que lleves a cabo.
Post publicado originalmente el 7 de junio de 2023, actualizado el 18 de julio de 2025.