Una empresa siempre necesita financiación. Bien sea para arrancar el negocio o bien para ampliar el mismo, es necesario disponer de dinero para llevar a cabo estas acometidas. Frente a esta necesidad es normal que aparezca la típica pregunta: ¿de dónde puedo sacar el dinero que necesito?
Pues bien, en este post te vamos a hablar de las fuentes de financiación que existen así como de sus pros y sus contras. ¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!
Una fuente de financiación es cualquier medio o recurso que una empresa o entidad utiliza para obtener fondos para financiar sus operaciones, inversiones o proyectos. Dicho de otra manera, es el origen de la obtención de dinero para poder ser empleado en la empresa.
En cuanto a los tipos, existen dos: fuentes internas o externas a la empresa, y pueden incluir tanto financiamiento a corto plazo como a largo plazo.
La elección de una fuente de financiación dependerá de varios factores, como la cantidad de fondos necesarios, la capacidad de la empresa para pagar deudas y los términos y condiciones asociados con cada fuente de financiación. A continuación ampliamos información sobre estos dos tipos.
Las fuentes de financiación internas se refieren a los fondos generados por la propia empresa, como los beneficios retenidos, la reducción de gastos o la venta de activos no esenciales. A continuación, se describen algunas de las ventajas y desventajas de las fuentes de financiación interna.
Son muchos los puntos a favor de este tipo de financiación:
Entre sus contras podemos destacar:
Por otro lado, las fuentes de financiación externas se refieren a los fondos obtenidos por la empresa de fuentes fuera de la organización, como préstamos bancarios, emisión de acciones o bonos, o financiamiento de inversores privados. Como en el caso de la interna, también encontramos pros y contras.
Ventajas:
No hay una respuesta universalmente aplicable a la pregunta de si es mejor la financiación interna o externa, ya que la elección de una fuente de financiamiento depende de muchos factores específicos de la empresa y de la situación económica en la que se encuentra.
En general, la financiación interna puede ser una buena opción cuando la empresa tiene recursos financieros disponibles para cubrir sus necesidades de financiamiento, y puede evitar los costos y las obligaciones asociados con la financiación externa. Por otro lado, la financiación externa puede ser una opción atractiva cuando la empresa necesita fondos adicionales para financiar proyectos a gran escala, o cuando la tasa de interés es baja y los costos financieros son atractivos.
En última instancia, la elección de una fuente de financiamiento debe basarse en una cuidadosa evaluación de los costos y beneficios de cada opción, así como de las necesidades y objetivos de la empresa a corto y largo plazo. Es recomendable que la empresa cuente con el asesoramiento de expertos financieros y legales para tomar la mejor decisión en función de sus circunstancias particulares.