Todo profesional, autónomo o empresa, que realiza una actividad económica tiene la obligación legal de emitir una factura. Si no lo haces, tendrás una multa fija de aproximadamente 150 euros por cada documento no expedido más multas de Hacienda por ocultar ingresos.
Si quieres saber cómo comprueba Hacienda tus facturas aquí te lo explicamos.
Hacienda comprueba las facturas con los extractos bancarios. La Agencia Tributaria dispone cada 4 días de toda la información sobre las facturas emitidas y recibidas. Con toda esta información, si detecta alguna irregularidad, empieza a profundizar cruzando los datos con los movimientos de las cuentas bancarias.
Lo normal es que compruebe más exhaustivamente cuando en la contabilidad hay datos que no se corresponden con las medias de facturación del sector.
La Agencia Tributaria también puede solicitar información sobre los ingresos en efectivo a partir de 2.500 euros. Las transacciones con billetes de 500 euros o los préstamos superiores a 6.000 euros.
Además de los bancos, Hacienda también recurre a la información de terceros para evitar posibles fisuras comparando las declaraciones del autónomo (IVA, IRPF) con las de sus proveedores.
Hay sectores donde se hacen más comprobaciones por el volumen de operaciones diarias, muchas de ellas en efectivo.
Algunos de estos sectores son: hostelería, comercio tradicional y transporte ligero (mensajería, mudanzas, etc). También las plataformas de comercio electrónico aunque en este caso Hacienda mira los ingresos bancarios porque la mayoría son pagos electrónicos.
Por eso es muy importante guardar todo tipo de información que justifique tus movimientos: facturas, tickets, incluso mensajes de texto.
Si no declaras una factura, Hacienda te multará con el 50% de la cantidad no declarada.
Antes de que se produzca la multa, puedes presentar una declaración complementaria ingresando el IVA correspondiente y pagando los intereses de recargo por demora (del 5% al 20% dependiendo del tiempo que haya pasado).
No emitir o conservar una factura es una infracción que se paga con una sanción del 2% sobre el volumen de venta declarado.
Si no es posible conocer el volumen de venta del negocio, la sanción es de 300 euros por cada operación a la que le falta la factura correspondiente.
La multa es la misma tanto si no se ha emitido la factura como si se emitió en su día pero se ha perdido. De ahí la importancia de conservar todas las facturas y documentos que justifican los movimientos de nuestro negocio.
Como ves, Hacienda va realizando comprobaciones periódicas sobre lo que facturan empresas y autónomos, de ahí que sea tan importante llevar la facturación al día y no eludir ninguna factura. Y es que, si en alguna comprobación de facturas por parte de Hacienda detectan alguna irregularidad, puede salirte muy cara la multa a pagar.