Los intereses de demora son un tipo de interés particular cuyo objetivo es compensar a los acreedores frente a impagos. Sin embargo, estos intereses tienen características especiales que necesitas conocer, ya que no siempre se cobran.
A continuación te explicamos todo lo que necesitas saber sobre ellos: lee con atención.
Los intereses de demora, también llamados intereses moratorios, son aquellos que se deben abonar cuando el pago de una deuda no se ha realizado en el plazo que se había establecido por contrato.
Es decir, que son unos intereses ‘extra’ que sirven como compensación para el acreedor cuando este no ha recibido el pago de una deuda a tiempo:
Como hemos comentado, los intereses de demora se generan cuando un deudor, o sea la persona que tiene deudas, no las ha pagado en el plazo estipulado por contrato.
Sin embargo, no siempre que existe una deuda se puede reclamar el cobro de intereses de demora, puesto que para ello hay que cumplir ciertos requisitos:
Lo cierto es que, siempre que tengas que firmar contratos con personas físicas no comerciantes o con personas que son consumidores finales o particulares usuarios de servicios, deberías incluir un pacto de mora.
De esta forma, se incentiva a los deudores a cumplir con puntualidad sus obligaciones y tu pago queda amparado por la Ley.
En el apartado anterior hemos hablado de cuándo incluir un pacto de mora en el contrato si tú eres el acreedor. En este sentido, es importante subrayar que los intereses de demora supondrán una salvaguarda para tu solvencia económica, ya que te compensarán por el tiempo en que no has tenido disponible el dinero que el deudor debía pagarte.
Pero, ¿y si eres tú quien debe pagar una deuda y no lo haces a tiempo? En este caso, los intereses de demora pueden afectar mucho a tu solvencia económica.
Tener pendientes de pago intereses de demora puede afectar mucho a tu solvencia económica:
Así que ya sabes, controla los intereses de demora para proteger tu solvencia económica.