Uno de los derechos que tiene toda persona que trabaja en una empresa es la posibilidad de pedir una reducción de jornada pero, ¿qué implica esto para la empresa? ¿Puede solicitar esta reducción cualquier trabajador? Y lo más importante, ¿en qué supuestos se pueden solicitar? A lo largo de este post te resolvemos todas estas dudas y muchas más para que sepas cómo actuar frente a la reducción de jornada de los trabajadores.
Reducción de jornada de los trabajadores: conceptos básicos que debes conocer
Pese a que parezca una obviedad, tenemos que definir de qué estamos hablando. La reducción de jornada se da cuando un empleado solicita a la empresa reducir el número de horas semanales que tiene por contrato. Se suele dar cuando el trabajador tiene que asumir de manera recurrente tareas que entran en conflicto con su jornada laboral.
Esta situación es un derecho que tiene todo trabajador y que recoge el Estatuto de los Trabajadores, concretamente el artículo 37.5. Por su parte, también en el Estatuto de los Trabajadores, en el artículo 47 se recoge la casuística de que el empresario sea el que pida la reducción de jornada por motivos económicos, organizativos o por causas productivas, pero esto no es el supuesto que queremos abordar en este post.
Volviendo al supuesto de que es el trabajador el que pide la reducción, como empresario, debes saber que no puedes negarte si el trabajador se acoge a ella alegando alguno de los supuestos que vamos a comentar a continuación. Tan solo podrías denegar la petición si ves que el empleado está actuando de mala fe. Si crees que no puedes aceptarla por causas organizativas o de producción deberás demostrarlas y saber que el trabajador tiene 20 días hábiles para interponer una demanda desde que ha recibido la negativa a su reducción.
En cuanto al tiempo de reducción, este puede ser desde el 10% al 70%, fuera de estos límites ya no se podría considerar legal según lo que establece el Estatuto de trabajadores.
Una vez aceptes la reducción de jornada tendrás que explicarle al trabajador que su sueldo se disminuirá de manera proporcional a la reducción que haya solicitado.
Casos más habituales para pedir la reducción de jornada
Son varias las situaciones que pueden hacer llevar a un trabajador a solicitar que se disminuyan sus horas de trabajo. Algunas de las más comunes son:
- Maternidad/paternidad. Más allá de la baja por nacimiento, se puede solicitar una reducción para el cuidado de menores de 12 años.
- Lactancia hasta los 9 meses. No es una reducción al uso, pero las madres pueden solicitar la lactancia, lo que hará que puedan salir antes del trabajo para poder alimentar a su bebé (tanto con leche materna como con artificial). El total de horas se puede acumular para su disfrute conjunto o se podrá disfrutar de una hora al día hasta que el bebé cumpla los nueve meses. En este caso en concreto el disfrute de esta hora no repercutirá en una disminución salarial.
- Cuidado de familiar enfermo. La reducción de jornada no solo va aparejada al cuidado de menores, si no que también se puede aplicar al cuidado de un familiar enfermo. Para ello el familiar tiene que ser hasta de segundo grado y no se podrá valer por sí mismo.
- Hospitalización. Cuando un menor se encuentre hospitalizado la reducción podrá ser hasta la mitad de la jornada.
- Estudios. En este caso no se puede solicitar una reducción de jornada para compaginar los estudios pero sí que se pueden solicitar días libres para poder realizar los exámenes correspondientes.
¿Me pueden solicitar una reducción de jornada sin ningún motivo?
La respuesta es sí. Es posible que el trabajador pueda solicitarte una reducción de jornada sin tener que encontrarse en uno de los casos anteriores. Si tienes esta situación tienes que saber que, en este caso, no es obligatorio que la aceptes al igual que sí que debías hacerlo en situaciones de causas justificadas. Tendrás que estudiar si es viable para la empresa y si la reducción de jornada encaja a nivel organizativo y productivo con los planes de la empresa.
Como ves, la reducción de jornada es muy habitual para poder mejorar la conciliación personal y profesional. Como empresa, lo ideal, es que facilites esta opción a los trabajadores ya que la flexibilidad es uno de los aspectos mejor valorados a la hora de retener talento en tu organización.