A la hora de realizar ciertas operaciones entre empresas o profesionales es importante tener en cuenta quién será el encargado de pagar el IVA, o sea, el Impuesto de Valor Añadido. Y es que esta figura a veces puede invertirse: es lo que se conoce como inversión del sujeto pasivo. Y tú, ¿sabes cómo funciona y qué implicaciones tiene a la hora de liquidar el IVA? Te lo explicamos a continuación.
¿Qué es la inversión del sujeto pasivo?
Para comenzar a entender qué es la inversión del sujeto pasivo lo primero que debemos hacer es diferenciar al sujeto pasivo del contribuyente:
- El contribuyente es quien paga un impuesto.
- Se entiende por sujeto pasivo tanto a las figuras jurídicas como a personas físicas que están obligadas a liquidar un impuesto. Estas serían tanto la figura del contribuyente como aquellas figuras que sean consideradas como las últimas responsables del impuesto.
En el caso del IVA, quien paga el impuesto es el consumidor que compra el producto, o sea, el contribuyente, pero se considera que el sujeto pasivo es la empresa que ha realizado la venta al consumidor, ya que es esta quien debe liquidar el impuesto.
Una vez tenemos esto claro ya podemos pasar a definir qué es la inversión del sujeto pasivo o cambio de sujeto de IVA: se trata de una situación en la cual quien adquiere un servicio o un bien pasa a ser sujeto pasivo. Para que esto suceda se deben dar dos condiciones:
- Que quien recibe esos bienes o servicios sea un profesional en activo o que trabaje como empresario (nunca un particular).
- Que se esté llevando a cabo alguna de las operaciones recogidas en la Ley de IVA, como por ejemplo entregas de bienes inmuebles efectuadas como consecuencia de un proceso concursal, rehabilitación de un local de negocios por parte del arrendatario, en prestaciones de servicios centradas en emisiones de gases de efecto invernadero, es decir, que tengan derechos, reducciones certificadas y unidades de reducción.
¿Quién debe pagar el IVA en caso de inversión del sujeto pasivo?
Como hemos visto, en caso de inversión de sujeto pasivo el responsable de pagar el IVA será el destinatario de la operación que se está llevando a cabo, o sea, la empresa o el empresario que está comprando los bienes o recibiendo los servicios.
Todo esto tiene repercusiones a la hora de emitir la factura: por una parte el emisor de la factura (en este caso la empresa o particular que vende el producto/servicio) debe indicar en la factura la inversión del sujeto pasivo con la fórmula: ‘operación con inversión del sujeto pasivo conforme al artículo 84.Uno.2º de la Ley 37/1992’, y presentarla sin IVA. A continuación debe informar del importe de la operación declarando en el modelo 303. Después debe trasladar esta información a la declaración resumen anual (modelo 390), en el apartado ‘operaciones no sujetas por reglas de localización o con inversión del sujeto pasivo’.
En cuanto al sujeto pasivo (la empresa compradora), esta debe registrar la factura y calcular la cuota que le correspondería a la operación según los tipos de IVA actuales. A continuación, debe auto-repercutir la cuota en la liquidación del modelo 303. Por si todavía no estás familiarizado con él, el modelo 303 es el modelo que ayuda a autónomos y empresas a liquidar el IVA. Su presentación es trimestral y de carácter obligatorio, siendo sus plazos de presentación del 1 al 20 de los siguientes meses: abril (primer trimestre), julio (segundo trimestre), octubre (tercer trimestre) y enero (cuarto trimestre). Al final del ejercicio se debe complementar con el modelo 390 que recoge todos los importes de IVA que el autónomo / empresa ha emitido y soportado a lo largo de todo el año.