Fijar el precio al que se van a vender tus productos y/o servicios es una decisión muy importante que debe meditarse y tomarse con cuidado, pues de ella dependerá la rentabilidad de tu empresa.
Por ello, es fundamental llevar a cabo un estudio exhaustivo de tu situación para conocer cuál debe ser tu margen de beneficios y determinar una estrategia de precios adecuada y bien pensada para que estos coincidan con lo que tu público considera que valen. Si quieres aprender qué son exactamente las estrategias de precios, qué tipos existen y en qué casos son recomendable usarlas, y conocer algunos ejemplos, ¡quédate porque este es tu post!
¿Qué son las estrategias de precios?
Por estrategia de precios se entiende un proceso mediante el que un negocio establece el mejor precio para su producto y/o servicio utilizando un modelo analítico. Para determinar el precio adecuado, se tienen que realizar cálculos, estudios de mercado e incluso, hablar con los clientes antes de poner en marcha un plan bien desarrollado.
De estas estrategias de precios dependerá no solo el éxito y la rentabilidad de tu empresa, sino también su nivel de ingresos y beneficios, pues tendrán que ser bien aceptados por tu público objetivo.
Estos precios pueden fijarse en base a:
- Los costes: Lo que cuesta fabricar el producto, considerando también su margen de beneficio.
- La demanda: Este factor dependerá del consumidor y se determina según el valor que este le da al producto y/o servicio.
- La competencia: Se debe analizar a los competidores y ofrecer un precio superior, inferior o similar.
La fijación de precios es esencial y tiene mucha importancia en la actividad de la empresa, ya que influye en las decisiones de los clientes.
4 tipos de estrategias de precios y ejemplos de su aplicación
Dentro de estas estrategias de precios, existen una amplia variedad de opciones, que se utilizarán dependiendo de varios factores como, por ejemplo, los objetivos que hayas establecido para tu negocio. Estos son algunas de las que consideramos fundamentales y que debes tener en cuenta cuando desarrolles tu plan de marketing:
1. Precios de penetración: Consiste en fijar precios mucho más bajos que los que han establecido la competencia para poder conseguir un número interesante de ventas iniciales. Permite atraer nuevos clientes y robar ventas a los competidores.
Este tipo de estrategia de precios es recomendable cuando una empresa entra en un mercado nuevo y les está costando conseguir cuota de mercado. Es ideal para empezar con las ventas y crecer rápidamente.
Ejemplo: Imagina que abres una nueva cafetería en tu zona y además de ofrecer un buen servicio, también determinas que el precio de tus productos sea un 20% más barato que tus competidores. Los clientes agradecerán el precio, pero cuando gradualmente empieces a incrementar el precio del café, estos habrán tenido la oportunidad de disfrutar del sabor de tu café y desarrollar un gusto por él.
2. Precios bajos: En esta estrategia, las compañías cobran el precio más alto que pueden . establecer por sus productos nuevos y con el tiempo, reducen lentamente su precio a medida que acaban su vida útil y van perdiendo importancia.
En este caso, esta estrategia se recomienda a negocios que venden artículos de alta tecnología o que son poco habituales.
Ejemplo: Una tienda que vende artículos de alta tecnología como es Apple, por ejemplo, vende sus productos a un precio muy alto en comparación con el del mercado. Sin embargo, conforme pasa el tiempo y nuevos modelos de sus productos se ponen en venta, los precios de los más antiguos bajan poco a poco.
3. Precios psicológicos: Esta es una de las estrategias de precios que juega con la forma de pensar de las personas, pues introducen unos mínimos cambios en el precio, sacando una oferta de 39,99€ en lugar de 40€. O bien, pueden implementar rebajas de un día o que sólo duran un periodo de tiempo determinado para atraer a sus clientes potenciales.
Esta estrategia puede utilizarse en cualquier negocio, pero es muy popular en tiendas y restaurantes.
Ejemplo: Un restaurante establece un precio de menú fijo en 9,95, lo que hace que la gente lo compre porque psicológicamente parece que son menos de 10€.
4. Precios freemium: Esta ofrece a los clientes una versión gratuita de un producto y/o servicio principal y anima a los usuarios a pagar por una versión premium si quieren añadir más funcionalidades a su plan básico. Permite a los consumidores conocer qué puede ofrecer su producto/servicio.
Es una estrategia de precios muy recomendada para empresas de software.
Ejemplo: CapCut, por ejemplo, que es un software de edición de vídeos ofrece una versión gratuita bastante completa e intuitiva, que permite a cualquier creador editar su contenido. No obstante, existen ciertas funciones más específicas que requieren de una versión premium para ser utilizadas.
Ahora ya conoces en qué consisten las estrategias de precios, algunas de las opciones más interesantes dentro de este proceso, en qué casos es recomendable aplicar cada una y unos buenos ejemplos para entender mejor este concepto. Ahora, solo queda analizar en profundidad tu negocio y determinar cuál de las estrategias de precios disponibles encaja mejor con las necesidades de tu negocio.
