La otitis es una inflamación del oído que generalmente es causada por una infección. En los bebés es un problema frecuente y se produce normalmente por una acumulación de mocos en el oído, es muy molesta y dolorosa lo que causa irritabilidad en el bebé.
Hoy queremos hablarte un poco más sobre la otitis en bebés, qué es, cuáles son sus síntomas y cómo tratarla.
La otitis es una inflamación del oído que puede ser causada por diferentes factores, y puede manifestarse o no con infección. Normalmente se produce por una acumulación de moco, que puede llegar a causar infección o inflamación del oído.
En los bebés, la otitis es bastante habitual, y se manifiesta generalmente después de un resfriado por la generación excesiva de moco. Siempre es aconsejable, ante cualquier síntoma de otitis en bebés, acudir al pediatra ya que pueden volverse repetitivas y llegar a causar pérdida de audición.
En los bebés es muy difícil saber qué es lo que le está causando molestias o dolor. Para poder saber si el bebé tiene síntomas de otitis, habrá que vigilar si cuando tiene episodios de llanto se toca la oreja y ver si tiene algún signo de infección en la misma.
La pérdida de apetito puede ser otro signo, así mismo, las otitis que duran un tiempo, pueden presentar supuración en el oído. Si esto pasa, es aconsejable que acudas a tu pediatra de confianza y no manipular el oído del bebé.
Los síntomas de la otitis en bebés son varios, el dolor de oídos es el más habitual, aunque en los lactantes puede ocasionar varios signos de los que podemos darnos cuenta, alguno de ellos son:
El dolor que presenta el bebé puede aliviarse con paños calientes, además de con analgésicos pediátricos. Aunque el tratamiento de los síntomas de otitis en bebés va a depender de si esta va acompañada de infección o es solo una acumulación de mocos sin llegar a ser infección.
Si existe infección, el bebé va a presentar fiebre además de supuración en algunos casos, en estos casos será necesario el tratamiento con antibióticos, siempre acudiendo a un pediatra previamente y con indicación del mismo. Hay que destacar que el tratamiento con antibiótico siempre debe mantenerse por los días indicados, generalmente entre 8 y 14 días, aunque el cuadro haya sido revertido.
Si por el contrario no hay infección, el cuadro se revierte en pocos días sin necesidad de antibiótico. En estos casos se suele dar analgésicos para reducir el dolor y los síntomas, vigilando la evolución.
Normalmente no es un cuadro que pueda prevenirse, aunque al estar relacionados en su gran mayoría con resfríos o catarros, el lavado nasal podría ayudar a prevenir la aparición de los síntomas de otitis en bebés.
El lavado nasal se recomienda con suero fisiológico o solución salina, esto ayuda a vaciar la mucosidad y prevenir la obstrucción de las trompas de eustaquio que son las que comunican la nariz con el oído.
Así mismo, hay que intentar prevenir los resfriados frecuentes, de esta forma evitaremos que se produzcan otitis recurrentes.
Recuerda que es importante acudir al pediatra ante cualquier síntoma de otitis en bebés para que este pueda evaluarlo correctamente y le indique el tratamiento adecuado según cada caso.