El Síndrome de HELLP es un tipo de hipertensión arterial a las que se puede enfrentar una mujer embarazada, si bien, se desconoce con exactitud su causa, su diagnóstico necesita un seguimiento médico durante la gestación.
Es necesario conocer que durante el embarazo se pueden desarrollar distintos grados de hipertensión arterial, que bien pueden estar acompañados de otros síntomas o no, determinando así los riesgos que puedan suponer tanto para la madre como para el futuro bebé. Algunos de estos tipos de hipertensión sólo requieren medidas dietéticas y un seguimiento médico a lo largo de la gestación, sin embargo, en otras ocasiones es necesario la puesta en marcha de un tratamiento médico y seguimiento más estrecho. En este artículo nos enfocaremos principalmente en el síndrome de HELLP, el cual desarrollaremos a continuación.
El síndrome de HELLP es una rara dificultad del embarazo, estudios realizados por investigadores clínicos muestran que entre uno y dos de cada mil embarazos presentan esta patología, a su vez la asocian a la preeclampsia.
Recibe su nombre de las siglas en inglés: H (Hemolysis), EL (Elevated Liver enzymes) y LP (Low Platelets); por lo que se entiende que afecta descomponiendo los glóbulos rojos (hemólisis), desmejora el funcionamiento del hígado dañando las células hepáticas (enzimas hepáticas elevadas) y minimiza el conteo de las plaquetas en sangre (nivel bajo de plaquetas).
El síndrome de HELLP puede aparecer durante el embarazo o el parto y también puede presentarse luego del parto poniendo en riesgo la vida del feto y de la mujer embarazada.
Los síntomas ocasionados por el Síndrome de HELLP, pueden variar de una embarazada a otra, dependerá también del grado en que éste se encuentre, esta es una lista de los síntomas más comunes:
Como puedes notar algunos de los síntomas frecuentes pudieran confundirse con otras enfermedades y situaciones propias del embarazo, por si las dudas es conveniente que visites a tu médico para recibir un diagnóstico y descartes el síndrome de Hellp, si desafortunadamente lo hay en ti, es mejor detectarlo y tratarlo a tiempo y así prevenir complicaciones graves de la enfermedad.
Ten en cuenta que el riesgo de presentar síndrome de Hellp es mayor para mujeres que ya tengan o hayan tenido preeclampsia o eclampsia durante el embarazo, mujeres que tengan hermanas o madres que hayan tenido síndrome de Hellp y mujeres con embarazos anteriores donde tuvieron síndrome de Hellp.
Como ya lo dijimos antes el síndrome de HELLP puede poner en peligro tu vida y la de tu bebé, no queremos asustarte, pero sí que estés atenta y acudas a tu médico ante la mínima sospecha.
Las complicaciones de este síndrome pueden ser:
Siempre aconsejamos acudir al médico especialista para el buen control del embarazo, de esta manera además de estar seguros de que todo marcha bien durante la gestación, este puede detectar a tiempo posibles inconvenientes y hacer un seguimiento fetal y materno a tiempo será sin duda lo más acertado.
El síndrome de HELLP una vez se comienza a tratar puede llegar a estar tan controlado que los niveles analíticos resultan normales, sin embargo, su cura definitiva es al terminar el embarazo.
Se suministran antihipertensivos para estabilizar la presión arterial de la madre, magnesio para dilatar las vías vasculares.
En el caso donde el síndrome es leve generalmente se vigila y espera hasta la semana 34, dando tiempo a que el feto haya madurado.
Si el síndrome es agresivo o grave, en cambio el ginecólogo preferirá administrar corticoides para provocar la maduración pulmonar del feto ya que la intención es inducir el parto lo antes posible. Así mismo los corticoides estabilizaran las plaquetas.
Si el síndrome de HELLP persiste pasadas 72 horas del parto y con aumento de la bilirrubina se procederá a realizar una plasmaféresis, con el objeto de sustraer elementos del plasma y normalizar los valores de creatinina, bilirrubina, plaquetas, etc.
El síndrome de HELLP aunque puede haber cierta sospecha de aparición no puede prevenirse, sin embargo existen factores generales que podemos cuidar para prevenir esta y otras posibles complicaciones; entre ellas están: mantener buena forma física antes y durante la gestación, realizar control y tratamiento para la preeclampsia si la existiera u otros problemas de hipertensión y como norma general es importantísimo llevar a rajatablas el control prenatal y alertar al ginecólogo de cualquier anomalía para un correcto diagnóstico.