¿Conoces los efectos de la salmonella en el embarazo? La salmonelosis suele ser una enfermedad leve para cualquier persona que no esté inmunodeprimida, pero puede convertirse en un problema grave cuando se sufre mientras se está embarazada.
La salmonelosis es una infección causada por la bacteria llamada Salmonella. Esta bacteria suele estar, de forma natural, en superficies, y puede infectar al cuerpo humano a través de los alimentos.
El periodo de incubación una vez ingerida la bacteria es de 1 a 3 días. La gravedad de la enfermedad dependerá del estado de salud previo de la persona infectada y de la cantidad de bacterias que hayan entrado en el cuerpo.
Los síntomas de la salmonella en el embarazo son similares a los que puede ocasionar en cualquier otra persona. Estos pueden ser:
Los síntomas de la salmonelosis suelen durar entre 4 y 7 días, en función de la gravedad. Esta sintomatología está muy relacionada con el aparato digestivo y, en ocasiones, se pueden confundir con una gastroenteritis o con las molestias típicas del embarazo. Por eso, en el caso de estar embarazada, es importante acudir al médico si se padecen al menos dos de estos síntomas.
El médico realizará el diagnóstico a través de un análisis de heces, donde se detecta la presencia de la bacteria.
Recuerda que a través de nuestro cuadro médico, para situaciones de urgencia, tanto tu médico de cabecera como ginecólogo pueden hacerte un seguimiento de todo lo que te ocurre durante el embarazo.
Como hemos comentado, esta enfermedad no suele ser grave para ninguna persona sana. No obstante, en una mujer embarazada puede provocar su rápida deshidratación. Por ello, es importante la vigilancia médica por si fuera necesaria una hidratación extra por vía intravenosa.
La salmonella en el embarazo puede complicarse cuando, en raras ocasiones, la bacteria llega a la sangre de la madre y, por tanto, al feto a través de la placenta. Esta circunstancia puede provocar un parto prematuro, contracciones o incluso complicaciones más graves para el bebé.
Estas dificultades en el feto pueden darse incluso cuando la madre presenta solo síntomas leves de la enfermedad. También puede ocurrir que el bebé se contagie durante el parto, lo cual podría conllevar enfermedades más graves como una meningitis.
Esta enfermedad es contagiosa entre personas, así que será muy importante que la mujer embarazada intente no estar en contacto cercano con personas que puedan haberla contraído.
En cuanto a su tratamiento, la salmonelosis principalmente se trata con una buena hidratación y en algunas ocasiones es necesario administrar antibióticos. En el caso de embarazo, tu médico determinará el alcance de la infección y las medidas necesarias para vigilar tu salud y bienestar y la del bebé.
Prevenir el contagio de cualquier enfermedad es siempre importante. En el caso de la salmonella en el embarazo, como se conoce la forma de transmisión, se pueden tomar pautas muy sencillas para evitar exponerse al riesgo de contagio:
Si se siguen estos sencillos consejos se puede evitar contraer la salmonelosis, tanto si se estás embarazada, como si no. Son pautas muy saludables para incorporar a las rutinas diarias de cualquier persona.
Además habrá que tener especial cuidado en verano, pues las altas temperaturas hacen que los alimentos se conserven peor y aumenta el riesgo de contraer cualquier tipo infección gástrica.
Teniendo en cuenta que las pautas que nos ayudan a prevenir la infección son sencillas de seguir y que los riesgos de contraer la salmonella en el embarazo son muy elevados, la solución está clara: ¡más vale prevenir, que curar!