A lo largo de nuestra vida es muy común que experimentemos alguna dolencia en los pies: callos, juanetes, ampollas, rozaduras y sequedad cutánea, hasta exceso de transpiración. Por esta razón, el cuidado de los pies resulta fundamental para caminar o practicar algún deporte sin sufrir molestias. Mantener unos pies sanos es esencial para disfrutar de una buena salud, ya que son esenciales para la movilidad. Controlar su cuidado adecuadamente es importante para prevenir patologías o lesiones graves que puedan afectar a tu calidad de vida.
Descubre cómo cuidar adecuadamente tus pies y tu salud en este artículo.
La importancia de los pies para tu salud
Existen diferentes causas que pueden generar dolencia en los pies, como la herencia genética, el envejecimiento que debilita las articulaciones y las protecciones naturales del cuerpo, el uso de un calzado inadecuado, así como enfermedades como juanetes, pie de atleta, durezas o pasar largos períodos de tiempo de pie.
La falta de salud en tus pies puede resultar en incomodidad al caminar, lo que puede conllevar pérdida de fuerza, tonificación muscular y flexibilidad en las piernas. También puede provocar alteraciones en la postura, aumentar el riesgo de tener coágulos en las piernas y causar dolor de espalda, fatiga y calambres.
¿Qué sucede cuando no caminas adecuadamente?
Es importante, desde edades tempranas, tener una pisada adecuada para prevenir diversas patologías en la vida adulta. Mediante un estudio biomecánico de la pisada, es posible verificar su corrección, y en el caso contrario, utilizar plantillas personalizadas para tener una pisada apropiada. Algunas de las patologías que pueden surgir debido a una mala pisada o a caminar en exceso son:
- Fascitis plantar.
- Tendinitis en el pie.
- Sobrecarga en la zona de los tobillos.
- Dolor de rodillas, espalda, tobillos, caderas o región lumbar.
- Juanetes.
- Metatarsalgia.
- Espolón calcáneo.
¿Cómo puedes cuidar de tus pies?
Para poder tener una buena salud, es imprescindible cuidar tus pies. Para ello, te proponemos algunos consejos:
- Mantén una buena higiene podológica lavando tus pies con agua tibia y secándolos cuidadosamente. Limpia y seca entre los dedos para evitar la aparición de hongos. Evita remojarlos durante demasiado tiempo, ya que podría resecar la piel. Corta las uñas de forma recta, siempre con los pies secos, y usa una lima para suavizar las esquinas de las uñas y evitar que crezcan dentro de la piel, lo que podría causar uñas encarnadas.
- Prevén la sequedad cutánea aplicando cremas o lociones hidratantes. Aplícalas en la planta del pie, pero evita ponerlas entre los dedos, que deben mantenerse lo más secos posible.
- Si tienes callos, utiliza una piedra pómez solo si tu podólogo te lo recomienda. Úsala sobre los pies húmedos y en una única dirección para eliminar los callos, y prevenir heridas e infecciones.
- Utiliza zapatos cómodos, ya que los calzados ajustados pueden causar rozaduras, ampollas y callos. Un calzado cómodo mejora la movilidad y te mantiene activo.
- Mantén una buena circulación sanguínea para evitar tener la piel seca y agrietada, las uñas débiles y los pies fríos o entumecidos. Para mejorar la circulación sanguínea realiza actividades que la estimulen, como el movimiento constante y los masajes. Los calcetines de compresión también pueden ayudar a dirigir la sangre hacia el corazón.
- Evita no caminar descalzo y opta por calcetines que no tengan costuras ni gomas elásticas muy ajustadas, ya que estas pueden obstruir la circulación sanguínea. Evita también los calcetines de fibras sintéticas que dificulten la transpiración, ya que un exceso de sudoración puede favorecer la aparición de infecciones bacterianas.
- Protege los pies del frío y el calor. Usa protección solar cuando te expongas al sol y, en climas fríos, utiliza calcetines y zapatos con forro interior.
- Podología y pies: Acude al podólogo si tiendes a experimentar dolores o molestias. El podólogo puede prevenir, diagnosticar y tratar cualquier malestar a través de exploraciones biomecánicas, en camilla, en marcha o en carrera.
En conclusión, revisa tus pies a diario para evitar cualquier problema o dolencia como rozaduras, ampollas, hematomas, heridas, inflamación o uñas encarnadas. Además, mantén un peso saludable y mantente activo para mejorar tus pies y tu salud . Un buen cuidado de tus pies ofrece numerosos beneficios como estar más activo, prevenir infecciones, mejorar la postu