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Listeria en el embarazo ¿qué es y cómo afecta?

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¿Has oído hablar alguna vez sobre la infección por listeria o listeriosis? Se trata de una infección bacteriana que se puede transmitir a través de alimentos, de origen animal o vegetal, contaminados con esta bacteria denominada científicamente Listeria monocytogenes. ¿Pero qué pasa si padeces listeria en el embarazo?

Hoy vamos a hablarte precisamente de ello. Durante el embarazo, es normal que las mujeres se preocupen más por su salud para que el bebé esté sano. Por ello, vamos a despejar todas las dudas que te puedan surgir sobre esta infección, ¡sigue leyendo!

¿Qué es la listeriosis? 

La listeria o listeriosis es una infección bacteriana ocasionada por el consumo de alimentos contaminados por la bacteria Listeria monocytogenes. Esta bacteria se encuentra naturalmente en el medio ambiente y, como ocurre con otras bacterias, puede contaminar los alimentos y causar una intoxicación alimentaria

La listeria vive en la tierra, aunque puede encontrarse también en el agua y en los animales, por lo que puede transmitirse a través del consumo de los mismos. Podemos encontrarla en carnes de pollo, vaca o pescados crudos o mal cocidos, en productos lácteos no pasteurizados (leche, quesos y derivados) y alimentos precocinados como patés o salchichas. 

Así mismo, puede estar presente también en productos agrícolas, como verduras, procedentes de suelos contaminados con Listeria monocytogenes por el agua o por el uso de estiércol

La listeriosis no se contagia de una persona a otra, sino que se transmite por el consumo de alimentos o productos contaminados. Sin embargo, en el embarazo la listeria puede ser grave, ya que puede transmitirse al bebé antes del nacimiento. 

Síntomas de la listeria

Aunque la infección por listeria no es muy común, existen grupos de riesgo como adultos mayores, mujeres embarazadas y bebés recién nacidos que son más susceptibles de contraerla. 

Los síntomas de la listeriosis son similares a los síntomas de la gripe, por lo que se pueden confundir:

  • Dolor de cabeza y muscular.
  • Fiebre y escalofríos.
  • Náuseas y diarrea.

Sin embargo, muchas veces la listeria también puede presentarse de forma asintomática y como su tiempo de incubación es tan amplio, de días a semanas desde el consumo del alimento contaminado, los síntomas pueden aparecer incluso semanas después. 

Por esta razón, debemos tener un estricto seguimiento médico de nuestro embarazo, ya que ante la más mínima sospecha, nuestro ginecólogo nos recomendará pautar un tratamiento. Te recordamos que en NorteHispana tienes un extenso cuadro médico para que puedas estar tranquila.

Listeria y embarazo, ¿qué consecuencias tiene?

Como hemos comentado, la listeriosis es una infección con baja incidencia, aunque las mujeres embarazadas son más susceptibles de contraerla, ya que el sistema inmunológico, debido a los cambios hormonales, está más debilitado. 

La listeria en el embarazo puede producirse en cualquier etapa, aunque es más común durante el tercer trimestre. Por lo general los síntomas suelen pasar desapercibidos, y la infección puede evolucionar de forma favorable para la mamá en unos días. 

Sin embargo, la listeria puede pasar del intestino a la sangre materna (produciendo una bacteremia) y atravesar la barrera placentaria y afectar al desarrollo del bebé. Si esto ocurre puede tener consecuencias fatales como un aborto espontáneo, un parto prematuro con posibilidad de que el bebé nazca muerto o la muerte del bebé después del nacimiento. 

Es por ello por lo que ante la menor sospecha se recomienda dar a la embarazada un tratamiento antibiótico. Este puede llegar a prevenir la infección al feto o al recién nacido. A los bebés se les puede administrar los mismos antibióticos, aunque algunas infecciones pueden ocasionar complicaciones que debería hacer seguimiento el pediatra.

¿Cómo se puede prevenir la listeria en el embarazo?

Por todo lo comentado anteriormente es importante la prevención. Lo fundamental es seguir las recomendaciones de buenas prácticas alimentarias y las medidas higiénico-dietéticas adecuadas durante el embarazo:

  • Consumir alimentos de origen animal que estén bien cocidos.
  • Evitar el consumo de productos lácteos no pasteurizados. Por eso, debes leer bien el etiquetado de los alimentos. Evitar tanto la leche cruda como los alimentos elaborados con ella como quesos blandos, brie, feta…
  • Evitar el consumo de quesos como roquefort o cabrales y aquellos fermentados como camembert.
  • Evitar el consumo de salchichas, patés, fiambres y embutidos.
  • Lavar muy bien las verduras, sobre todo aquellas que van a consumirse crudas. 
  • Refrigerar los alimentos listos para su consumo a menos de 4 °C. 
  • Tener cuidado con la contaminación cruzada de alimentos. Es recomendable mantener siempre las verduras separadas de las carnes crudas.

Si tienes la más mínima sospecha de listeriosis, no dudes en contactar a tu ginecólogo de inmediato. Un seguimiento médico cercano es clave. En algunos casos, se recomienda un tratamiento antibiótico para prevenir complicaciones tanto en la madre como en el feto. No subestimes ninguna señal y busca atención médica oportuna para garantizar la salud de ambos. Recuerda que cada embarazo es único, así que ante cualquier inquietud, siempre es mejor consultar con profesionales de la salud.

Además de estos consejos, te recomendamos leer el artículo que escribimos sobre alimentos prohibidos durante el embarazo, para tener en cuenta otras posibles enfermedades alimentarias durante el embarazo. 

Como ya hemos comentado, la listeriosis es una enfermedad que puede ser prevenible y tratable. La listeria en el embarazo puede ser grave, pero con buenas prácticas alimentarias se puede prevenir

Sabiendo la importancia del correcto lavado de alimentos, de la correcta manipulación y guardado o almacenamiento de los mismos, se pueden reducir las probabilidades de contraer esta enfermedad.

Post publicado originalmente el 10 de abril de 2023, actualizado el 18 de abril de 2024.

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