Dar el pecho es una acción natural y a la vez muy especial, que refuerza el vínculo entre el bebé y su mamá. No obstante, a menudo puede resultar doloroso o incómodo, por muchas razones. Si has decidido amamantar a tu bebé y has notado grietas del pezón en la lactancia, continúa leyendo para conocer por qué se produce y consejos para evitarlo: ¡dar el pecho no tiene por qué doler!
La lactancia es un momento íntimo entre la mamá y el bebé, ya que, además de ser la alimentación más sana posible porque fortalece el sistema inmunitario del pequeño y evita algunas enfermedades en la madre, se produce un momento de relajación en ambos y se refuerza el vínculo. Por ello decimos que esta etapa se debe disfrutar.
Pero pueden ocurrir ciertos inconvenientes, como por ejemplo las grietas del pezón en la lactancia. Se producen debido a una mala postura del bebé al momento de mamar y, en algunas ocasiones, por presencia del frenillo sublingual. Estas grietas son heridas muy dolorosas y pueden llegar a parar o frenar esta etapa.
El tratamiento oportuno consiste en corregir la postura del bebé, principalmente su boca al momento de succionar. Es importante saber que las grietas se originan por el roce de lengua y las encías del bebé en el pezón de la madre.
Lo correcto es introducir la areola en la boca del bebé para evitar que su lengua trabaje únicamente con el pezón y cause grietas.
En el mercado existen pomadas que aseguran tratar este tipo de heridas, pero no es así. Pueden tratar las propias heridas pero no son la solución: como decimos, la postura del bebé al mamar es la clave.
¿Qué hacer para evitar el pezón agrietado? A continuación compartimos contigo algunos consejos:
Por instinto natural, la mayoría de los bebés aprenden fácilmente cómo agarrar correctamente el pecho de su madre. Pero algunos pueden tener más dificultades para hacerlo: en este caso habría que enseñarles para que su alimentación sea exitosa. No es ni bueno ni malo: simplemente es un proceso más.
El pezón y la aureola deben estar dentro de la boca del bebé, de manera que sus encías y lengua compriman o aprieten la aureola. Sobre la postura, es necesario que la columna, el cuello y la cabeza estén alineados; el mentón debe estar levantado, mirando hacia arriba.
La madre también debe sentirse cómoda: ayúdate de cojines o almohadas para apoyar la espalda y el brazo.
Esperamos que esta información te haya sido de utilidad para evitar grietas del pezón en la lactancia, ¡comparte estos consejos con algún familiar o amiga que lo necesite! Tu bienestar y el de tu bebé es lo primordial.