Salud
gastroenteritis en niños y bebés

Gastroenteritis en bebes y niños y cómo distinguirla

Índice de contenidos

Causas de los dolores abdominales en niños y bebes

El dolor abdominal es una sensación de malestar en la barriga. Puede ser un dolor continuo o cólico (tipo retortijón), localizado en una zona del abdomen o generalizado, de inicio reciente (agudo) o mayor duración en el tiempo (crónico). 

Las causas del dolor abdominal en niños y bebés son muy variables, habiendo un gran número de enfermedades que pueden provocar este síntoma. La causa más frecuente son las gastroenteritis agudas, aunque también es muy habitual el dolor secundario a estreñimiento. 

La probabilidad de una causa u otra depende de la edad del paciente, y será con una historia clínica completa (en la que se evaluará las características del dolor, la localización, la duración y síntomas acompañantes) y con una adecuada exploración física como podamos establecer el diagnóstico certero:

  • Identificar la gastroenteritis y síntomas
  • Es posible sin diarrea y vómitos
  • Posibles confusiones con el COVID o síndrome inflamatorio multisistémico
  • ¿Pueden aparecer estos síntomas más tarde?

Síntomas de la gastroenteritis y aparición de diarrea y vómitos

Una de las causas más frecuentes de dolor abdominal en pediatría son las gastroenteritis. Se produce por una inflamación del tracto digestivo (desde estómago a intestino). En función de la zona afectada podemos encontrar unos síntomas o otros. 

Lo más habitual es encontrar diarrea, que es la disminución en la consistencia de las heces (más blandas o incluso líquidas) y/o aumento de su frecuencia, pudiendo asociar dolor abdominal que llamamos cólico (tipo retortijón) y/o vómitos. Además de estos síntomas digestivos podemos encontrar síntomas generales como fiebre, malestar o inapetencia. 

En ocasiones durante este proceso encontramos síntomas aislados (únicamente vómitos, únicamente diarreas o únicamente dolor abdominal) o asociarse varios de los síntomas mencionados (incluso el cuadro clínico completo). También pueden evolucionar los síntomas, pues es típico encontrar inicialmente vómitos que desaparecen en 24-48h apareciendo el cuadro de deposiciones líquidas que puede persistir más en el tiempo.

¿Se  puede confundir con el síndrome inflamatorio multisistémico relacionado con el COVID?

En la infección por COVID-19 se ha descrito una variabilidad muy importante de síntomas, siendo en ocasiones difícil diferenciar de otros procesos víricos habituales en bebés y niños. Unos de estos síntomas también son los vómitos, diarreas o dolor abdominal. 

En caso que epidémicamente se sospeche COVID será el test de diagnóstico rápido quién confirme o descarte esta infección como causante. Una entidad grave que se ha descrito en las infecciones por COVID es el síndrome inflamatorio multisistémico, en el cual encontraríamos síntomas de alarma/gravedad: dolor abdominal muy intenso, dificultad para respirar, somnolencia o alteración de la consciencia. 

Qué es la gastroenteritis y virus/bacterias que la causan

La gastroenteritis es uno de los procesos infecciosos más frecuentes en la infancia, siendo un motivo muy frecuente de consulta. Es la inflamación de una de las porciones o de todo el tracto digestivo. La causa más frecuente de gastroenteritis en nuestro medio son las infecciones víricas (astrovirus, norovirus, enterovirus, rotavirus…).

El rotavirus es un virus muy frecuente que infecta prácticamente al 100% de los niños menores de 4 años, y a nivel mundial es responsable de diarrea grave infantil que requiere ingreso. Disponemos de una vacuna actualmente que puede evitar los síntomas graves de esta infección.

Otras veces puede estar provocada por bacterias (salmonella, yersinia, shigella, campylobacter…) o parásitos (giardia…). 

En ocasiones se trata de gastroenteritis no infecciosas como por ingesta de alimentos en mal estado, toma de antibióticos, alergias, intolerancias o problemas con la absorción de los nutrientes. 

Evita el contagio del cuidador. ¿Cómo se transmite la gastroenteritis?

El contagio de las gastroenteritis se produce por transmisión fecal-oral. Puede transmitirse persona – persona, contacto con las deposiciones de una persona enferma, contaminación de agua o de alimentos. 

Por este motivo para prevenir su transmisión es importante:

  • Lavado de manos con agua y jabón de forma frecuente, tanto del niño como de la persona que le cuide. Varias veces al día, cada vez que se vaya al baño o se cambie el pañal. Y por su puesto, antes de cocinar o de comer.
  • Limpieza de objetos empleados en la manipulación de niños con diarrea
  • Higiene en los baños, utensilios de cocina o alimentos. 
  • Evitar compartir toallas

Duración de los síntomas de la gastroenteritis

La duración del proceso suele ser inferior a 7 días, aunque las deposiciones pueden tardar algo más de tiempo en normalizarse. Si la diarrea dura más de 10-15 días se considera prolongada y se recomienda consultar con el pediatra, no siendo recomendable modificar su dieta antes de ser valorado.

Cuidados principales del bebe y niño y especial atención a la deshidratación

Lo fundamental en las gastroenteritis es evitar la deshidratación, pues cada vez que el niño defeca o vomita, pierde líquidos y sales minerales. Para ello debemos ofrecer líquidos a los bebés y niños de manera frecuente. Cuantas más deposiciones haga y más abundantes, más cantidad de suero debemos dar, siendo preferible dar en pequeñas cantidades sobre todo cuando hay vómitos asociados. 

El líquido ideal a ofrecer en gastroenteritis son los sueros de rehidratación oral hiposódicos comercializados de venta en farmacias, con los que repondremos tanto los líquidos como los minerales perdidos durante el proceso. La concentración que tienen estos líquidos, cumpliendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS),  favorecen la mejor absorción de las sales minerales y del agua. Si el niño come aceptablemente y rechaza el suero podría ser suficiente con ofrecer agua. 

No se recomienda el uso de bebidas isotónicas “para deportistas”, refrescos comerciales, zumos ni limonada alcalina. 

Alimentación y dieta. ¿Tenemos que preparar algo especial?

Respecto a la alimentación no se recomienda hacer ningún tipo de ayuno ni una dieta especial, pues el tiempo que disminuye los síntomas no es clínicamente significativo (máx. 12-24 horas) Se recomienda ofrecer la alimentación prácticamente normal de manera precoz en cuanto el niño tenga apetito

Debemos recordar que es normal que no tengan apetito, no se debe forzar, lo más importante es que se mantenga bien hidratado. Le ofreceremos sólidos, además de líquidos, si el bebé tiene hambre. 

Deberá ser una dieta habitual, saludable, adecuada a la edad y en función del apetito del peque. Se recomienda respetar las preferencias del niño, siendo comidas apetecibles. La única premisa en la alimentación es evitar aquellos alimentos grasos y alimentos o bebidas muy azucaradas, así como alimentos no saludables.

Los bebés lactantes pueden y deben seguir comiendo leche (materna o adaptada) a demanda, sin forzar, y sin modificación de las fórmulas adaptadas por unas especiales ni cambiar las concentraciones. Es ideal para mantener un adecuado estado de hidratación. 

También pueden seguir consumiendo leche o yogures sin ningún problema. 

Mitos y verdades sobre la gastroenteritis

¿Son buenos estos alimentos y bebidas que se buscan por internet?

  • Suero de rehidratación: esencial para reponer los líquidos y los electrolitos, siendo el pilar del tratamiento. Es la bebida más adecuada en niños para reponer las pérdidas y evitar la deshidratación, pues están diseñadas a concentraciones bien establecidas para ello. 
  • Coca-cola, Aquarius: no se recomienda el uso de refrescos comerciales o bebidas azucaradas “para deportistas”. Son destinados a evitar deshidrataciones producidas por sudor, con diferentes pérdidas a la que suceden en las pérdidas intestinales por una diarrea. Estas bebidas no evitan las deshidrataciones producidas por gastroenteritis ya que los electrolitos no son adecuados, y el exceso de azúcar que contienen estas bebidas pueden incluso empeorar las diarreas. 
  • Limonada alcalina: el uso de soluciones caseras no se recomienda, pues las concentraciones de sales no son perfectas, y no cumplen las recomendaciones de la OMS, pues tienen mucho azúcar y pocos electrolitos. 
  • Zumos: se considera una bebida azucarada que puede empeorar las diarreas por el exceso de azúcar que contienen. 
  • Lácteos: Aunque tradicionalmente se ha recomendado retirar los lácteos de la alimentación de un niño o bebé con diarrea, hasta el momento no se ha demostrado que esta actitud acelere la curación. Además, la leche en estas edades es un aliado para evitar la deshidratación, pues habitualmente los niños y bebés que no tienen apetito para comer les apetece frecuentemente la leche. Por ello, no es adecuado retirar la lactosa a todos los niños con gastroenteritis. Será el pediatra quien en determinadas circunstancias puede indicar retirar la lactosa, temporalmente. Lo hará si sospecha una intolerancia transitoria a la lactosa que puede estar perpetuando la diarrea (síndrome postenteritis), que ocurre en ocasiones cuando nos encontramos ante diarreas prolongadas de más de dos semanas de duración. No realices ninguna restricción alimentaria sin indicación médica. La lactancia materna nunca se restringirá. 
  • Se contagia por el aire, besos: la gastroenteritis se contagia vía fecal-oral, es decir, a través de las heces de una persona contagiada hasta la boca de una persona vulnerable. Por ejemplo, si cambiamos un pañal y no nos lavamos las manos, y luego cocinamos y comemos con las manos sucias o nos llevamos las manos a la boca. También puede darse por fallos en los sistemas de higiene: aguas contaminadas, alimentos, objetos sucios. 
  • Dieta astringente: actualmente las dietas astringentes o blandas no se recomiendan en niños con gastroenteritis. Se ha visto que la disminución del tiempo no es significativa y estas dietas suelen ser poco apetecibles, provocando rechazo por parte de los bebés o niños a comer.  Cuanto antes inicie la alimentación normal, mejor comerá y antes mejorará la diarrea. 
  • Puede mi hijo/a ir a la guardería colegio. La gastroenteritis aguda se considera una enfermedad de exclusión escolar, debiéndose evitar asistir al colegio/guardería hasta 48 horas después de que cedan los síntomas. Es decir, si el estado general no es bueno, vomita, tiene fiebre, dolor abdominal o deposiciones muy frecuentes debería quedarse en casa. 
  • ¿Existe algún medicamento para curarla o disminuir los síntomas?  La gran mayoría de gastroenteritis infecciosas se curan solas sin ningún tipo de medicación. También las bacterianas. El tratamiento va dirigido a evitar la deshidratación. No están indicados de manera sistemática en pediatría el uso de ninguna medicina o fármacos para “parar” los vómitos o las diarreas: tienen eficacia limitada, no curan la infección y pueden producir efectos secundarios graves. Por ello, no se deben utilizar medicamentos sin prescripción médica. Si el niño o la niña tiene malestar o dolor administraremos un antitérmico/analgésico (preferiblemente paracetamol o Apiretal). Tampoco los antibióticos son útiles ni necesarios en la mayoría de las gastroenteritis, ni si quiera en las de causa bacteriana (solamente si diarrea persistente por bacterias concretas (se recogerá una muestra previa para confirmar el germen), infecciones graves o personas inmunodeprimidas). 

Los estudios han demostrado que en algunos casos el uso de probióticos pueden ayudar en el proceso de curación de las gastroenteritis gracias a la recuperación de la flora intestinal. Existen muchos tipos, y se ha visto que algunas cepas pueden acortar la duración de las gastroenteritis. No se dan de rutina en todos los niños con gastroenteritis, y debe ser el pediatra quien los paute, en función de los síntomas, y especifique la cepa concreta a administrar. 

Signos de alarma, cuando llamar al pediatra o ir a urgencias

La mayoría de gastroenteritis se curan sin ninguna complicación, por lo que a priori un niño o niña con un cuadro de gastroenteritis que se encuentre bien, tolere líquidos y el proceso esté durando menos de una semana no sería necesario consultar al pediatra. Sin embargo, debemos tener en cuenta una serie de síntomas de alarma con los cuales debemos acudir al médico:

  • Signos de deshidratación: niño decaído, ojeroso, con la boca seca sin saliva, llora sin lágrimas u orina poco.
  • Rechazo total de líquidos.
  • Decaimiento importante, niño adormilado.
  • Dolor abdominal intenso.
  • Vómitos repetidos e incoercibles, que impiden la correcta reposición de líquidos. No tolera sólidos ni líquidos, e incluso vomita aunque no tome nada.
  • Diarrea con sangre.
  • Vómitos verdes, con sangre o marrones-negros (“en posos de café”).
  • Gastroenteritis que duran más de 10-15 días.
  • Procesos de diarrea recurrentes a lo largo del tiempo, crónicas.
  • Bebés con menos de 3 meses de edad que vomitan de forma repetida o aumentan el ritmo de sus deposiciones.
  • Dudas del diagnóstico.

Conclusiones gastroenteritis infantil y resumen

La gastroenteritis aguda es una infección intestinal muy frecuente en edad pediátrica, siendo uno de los motivos más frecuentes de consulta. La podemos sospechar por estos síntomas, heces líquidas y frecuentes, pudiendo estar acompañadas de vómitos, fiebre,  dolor abdominal y pérdida de apetito. 

La mayoría son víricas y auto limitadas; es decir, se curan solas sin necesidad de tratamiento. Lo importante en estos procesos y el objetivo del tratamiento es asegurar la reposición de líquidos para mantener una adecuada hidratación mientras el niño/a se recupera de la infección.

Una alimentación normal, precoz y sin forzar favorecerá la recuperación. Conocer estos consejos os ayudarán a manejar los síntomas de la enfermedad. En casos leves y niños con apetito puede ser suficiente beber agua de manera frecuente, pero si hay mayor número de vómitos o diarreas o el niño no tiene apetito sería recomendable utilizar líquidos de rehidratación oral. 

Es importante valorar el estado general, a los signos de deshidratación (un bebé o niño bien hidratado estará contento y animado) y a la posibilidad o no de compensar el líquido perdido hidratando en casa.

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