Salud
Cuando se presenta alguna anomalía en el cuerpo humano se puede recurrir a diversos tipos de pruebas diagnósticas para que el médico pueda conocer el estado de salud y dar el tratamiento adecuado al paciente. En ese sentido, una ecografía axilar es una prueba que suele estar relacionada con la aparición de bultos mamarios o sensibilidad en esa zona. Permanece en esta lectura para que puedas conocer más sobre este tipo de prueba diagnóstica.
¿Qué es una ecografía axilar?
Una ecografía, comúnmente conocida como ultrasonido o sonograma, es una prueba diagnóstica que transmite imágenes interiores del cuerpo humano a través de ondas sonoras. La ecografía se divide en 2 rubros:
- Ecografía de embarazo, para dar información sobre el estado general del bebé.
- Ecografía de diagnóstico, para conocer otras partes internas del cuerpo, como los latidos del corazón, el hígado o la vejiga, entre otros.
Una de las pruebas diagnósticas es la ecografía axilar, en la que se analizan los ganglios linfáticos axilares como primer paso para diseminar el cáncer de mama. Se trata de un procedimiento de carácter complementario, sencillo y seguro para la paciente.
Hasta el momento, los ganglios linfáticos axilares afectados son un indicador para determinar cuánto puede perjudicar nuevamente el tumor, es decir, a mayor número, mayor riesgo. Es importante destacar que los ganglios linfáticos de esta zona son el primer conducto hacia donde puede extenderse el cáncer de mama.
La importancia de realizar una ecografía axilar
La importancia de que una mujer (generalmente se da en mujeres) se realice una ecografía axilar es para detectar alguna anomalía o bulto en el seno. Hacer este procedimiento permite que el médico pueda ver con claridad la afectación y dar paso a la toma de decisiones.
Procedimiento de una ecografía axilar
Para comprender a grandes rasgos cómo se lleva a cabo una ecografía axilar te explicaremos lo que generalmente suelen realizar los profesionales de la salud:
- El médico pide a la paciente que se recueste en una camilla y descubra la zona en donde se hará la ecografía, en este caso, la axila.
- El médico coloca un gel especial por la zona y pasa un aparato llamado “transductor” haciendo pequeños movimientos.
- El transductor genera ondas de sonido sobre el cuerpo y forma ecos. Estos ecos regresan en forma de imágenes que tanto el médico como la paciente pueden visualizar en un monitor.
- El procedimiento no suele durar más de 30-60 minutos.
Posteriormente, si el médico necesita corroborar que los ganglios linfáticos axilares contienen cáncer, debe pedir a la paciente realizarse una biopsia, en la cual se extrae una muestra pequeña de tejido para ser examinada en un laboratorio.
Cuando se trata de la salud es importante la prevención y revisiones periódicas, así como un ecocardiograma, tan esencial para analizar los movimientos del corazón, o, como en este caso, una ecografía axilar, tan necesaria para diseminar tumores mamarios.
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