La enfermedad de Crohn es una patología autoinmune que se caracteriza por una inflamación crónica de cualquier parte del tubo digestivo, más habitualmente del intestino. Aunque se desconoce la causa, juegan un papel muy importante los genes, los factores ambientales y el tabaquismo. No existe un tratamiento único para esta enfermedad, pero sí una pauta dietética que te ayudará a controlar sus síntomas.
Descubre qué debe incluir tu dieta para la enfermedad de Crohn y así minimizar los síntomas durante un brote.
La enfermedad de Crohn se presenta en forma de brotes, que son períodos de inflamación en los que puedes tener diarrea, náuseas y calambres estomacales al comer, junto con otros síntomas; y la fase de remisión, en la que se está asintomático.
Los principales síntomas durante un brote son:
A raíz de estos síntomas, el gastroenterólogo te indicará los diferentes enfoques dietéticos que debes seguir durante la fase de brote y la fase de remisión. Este profesional te pautará qué medicamentos debes tomar y si estos pueden afectar a tu nutrición, ya que existen fármacos que perjudican la absorción de minerales y vitaminas, como la vitamina B12, D, el hierro y el calcio.
Aunque no existe un solo tratamiento que cure la enfermedad de Crohn, mantener una dieta saludable y equilibrada es una buena opción para controlar los síntomas y evitar que empeoren.
Una buena dieta para la enfermedad de Crohn es importante para evitar estados de malnutrición y desnutrición, disminuir la inflamación intestinal, aumentar de peso (si se ha producido una pérdida del mismo), evitar infecciones y complicaciones de la enfermedad, prevenir deficiencias nutricionales, facilitar la digestión y mejorar el tránsito intestinal.
Para ello, deberás seguir dos tipos de dieta diferenciadas según el estado en el que te encuentres, es decir, en fase de remisión o durante un brote.
Durante la fase asintomática, puedes llevar una dieta variada y equilibrada que tenga suficientes calorías y proteínas para evitar la desnutrición.
Algunos alimentos que puedes incorporar más a menudo a tu dieta son:
Aunque no tengas síntomas, evita aquellos alimentos que te generen más flatulencias, como la col, la coliflor, las legumbres con piel, las bebidas gaseosas, los cereales integrales y los alimentos con sorbitol, como bebidas zero, caramelos y chicles. Este tipo de alimentos pueden causarte gases, dolores abdominales y diarrea.
Evita el alcohol y las bebidas que contengan cafeína.
Cuando tengas un brote de Crohn, tu dieta debe ser alta en calorías, alta en proteínas, baja en fibra y en grasas, y contener alimentos de fácil digestión y antiinflamatorios.
Es por eso que tu dieta debe:
Las verduras que sí te recomendamos incluir son espárragos, verduras sin semillas, calabaza, zanahoria y patata hervida. Las que te recomendamos retirar de tu dieta son las verduras flatulentas, como las coles, coliflor, repollo y, también, espinacas, remolacha, cebollas, habas y brócoli.
Te aconsejamos acudir a un nutricionista para que te ayude en la elaboración de una dieta para la enfermedad de Crohn con los alimentos que te haya prohibido el gastroenterólogo, con la finalidad de poder controlar y minimizar los síntomas. Por último, recuerda beber mucha agua en cantidades pequeñas durante el día y repartir tus comidas en 6 tomas durante la fase de brote para facilitar la digestión.