Aunque siempre se habla de la depresión postparto, hay que destacar que también puede darse la depresión durante el embarazo ya que las mujeres sufren una gran cantidad de cambios en su cuerpo, y no es descartable que puedan afectar a su salud mental. Es importante reconocer los signos, los síntomas y cómo tratarlos. En este artículo profundizamos en este asunto.
La depresión es un trastorno que puede aparecer en cualquier momento de la vida y a cualquier persona. Si hablamos más concretamente de los embarazos, a pesar de que suelen asociarse a momentos de alegría, también es posible sufrir depresión.
La depresión es un trastorno del estado de ánimo, que provoca un sentimiento de tristeza y apatía fuera de lo habitual y durante un periodo largo de tiempo. Además, es importante tener en cuenta que el embarazo provoca un cambio hormonal muy grande en el cuerpo, el cual puede afectar a los químicos del cerebro de la madre. Si a esto le sumamos situaciones complicadas que puede generar la vida, puede derivar en una depresión durante el embarazo.
Algunos de los síntomas de una depresión son los siguientes:
Pérdida de interés en actividades que habitualmente se disfrutan.
Tristeza persistente y tendencia al llanto.
Dificultad en la concentración.
Ansiedad.
Sentimientos de culpa o de inutilidad.
Trastornos en el sueño, tanto la falta como el exceso de sueño.
Pensamientos recurrentes de muerte, suicidio y desesperanza.
Cambios en los hábitos alimentarios.
Baja autoestima, sobre todo en asuntos relacionados con la maternidad.
Cuidado prenatal deficiente.
Fumar, beber alcohol o tomar drogas ilícitas.
Sentimientos de culpa.
Muchos de estos síntomas, a veces son muy complicados de detectar durante el embarazo, debido a la gran cantidad de cambios que sufre el cuerpo de la mujer. En ocasiones pueden, incluso, solaparse, como puede ser el trastorno alimentario o en el sueño, por ejemplo.
Es importante actuar lo antes posible en la depresión durante el embarazo. La intervención dependerá de la gravedad del trastorno.
Como en cualquier depresión, es vital que la paciente reciba información veraz acerca de su situación y realice un proceso de acompañamiento y apoyo familiar.
La psicoterapia también tiene su peso en el tratamiento y dependiendo de la situación, es posible complementar la terapia con tratamiento farmacológico.
Si el caso es diagnosticado como una depresión clínica, será necesario un tratamiento especializado.
La salud psicológica es tan importante como la salud física durante el embarazo, ya que no solo afecta a la madre; puede afectar al desarrollo del bebé. Los especialistas serán los encargados de valorar los beneficios frente a los riesgos en cuanto a la medicación que puede ser recetada y elegirán la mejor opción. En el caso de que antes del embarazo la mujer tomase medicamentos para la depresión o para algún problema de salud mental, no se suele interrumpir el tratamiento, y nunca debe hacerse sin consultarlo antes con el especialista.
La depresión durante el embarazo, aunque no es habitual, es posible que afecte a cualquier mujer. En todo caso, acudir al médico para que valore la situación es de vital importancia, puesto que puede ser perjudicial tanto para la madre como para el bebé.