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6 conservantes naturales que puedes preparar en casa

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Existen diferentes maneras de conservar un alimento, una de las técnicas más utilizadas, y que más controversia genera, es el uso de conservantes químicos. Los conservantes ayudan a controlar y prevenir el deterioro de un alimento y prolongar su vida útil, además de su sabor, su olor y sus propiedades nutricionales. 

En este artículo te recomendamos 6 conservantes naturales que puedes hacer tú mismo en casa para evitar el uso de conservantes químicos. 

6 conservantes naturales que puedes hacer tú mismo

Conservar la comida adecuadamente es importante para reducir la cantidad de comida que se desperdicia y evitar la aparición de bacterias indeseables o moho que hacen que el alimento no sea comestible. 

Utilizar conservantes naturales tiene múltiples ventajas: 

  • No cambian la consistencia del alimento ni perjudican su sabor.
  • Para realizarlos aprovechas productos que todos tenemos en la cocina. 
  • No son necesarios ingredientes costosos ni fórmulas complejas.

Algunos de estos conservantes que te explicaremos hoy se han utilizado desde hace cientos de años y son muy buenos para preservar la comida si sabes cómo aplicarlos. 

Te explicamos en detalle cómo conservar alimentos con sal, azúcar, limón, vinagre, cebolla y ajo y especias como el clavo. 

Conservar alimentos con sal

Ante la falta de mecanismos de refrigeración, hace miles de años la sal era un conservante ideal para prolongar la vida útil de la carne y el pescado. La sal provoca la deshidratación del alimento evitando que aparezca moho o bacterias. Si lo añades a tus preparados y los envasas correctamente, durarán más.

Preservar comida con azúcar

El azúcar es una sustancia que, al igual que la sal, deshidrata los alimentos absorbiendo su líquido y favoreciendo así su conservación, evitando que las bacterias y microorganismos deterioren la comida tan rápido. Al ser un ingrediente dulce, es mejor que lo utilices para conservar frutas o postres.

La acidez del limón como conservante

El limón acidifica el medio donde están los alimentos, retrasado el crecimiento de bacterias y microorganismos que estropeen la comida. Además de conservar la comida, el limón es útil para potenciar su sabor. 

La comida que se puede almacenar añadiendo unas gotitas de limón son salsas, verduras asadas y alimentos vegetales como el tofu.

El vinagre como conservante

Muchos productos preparados, como los pepinillos y las aceitunas, utilizan el vinagre. Y es que el vinagre, al igual que el limón, contiene ácido acético que lo convierte en un perfecto conservante natural que mata a los microbios que aceleran el proceso de deterioro de los alimentos. 

Añade unas gotas a la comida cocinada que quieras guardar para otro día.

Vegetales para conservar: la cebolla y el ajo

El ajo es un conservante natural que ayuda a que no crezcan ciertas bacterias en la comida y así deje de ser comestible.

Añade un ajo machacado, triturado o bien entero, pelado y con el nervio incluido dentro de los alimentos que quieras guardar para otro momento. Este vegetal es útil para conservar verduras asadas, patés, sopas y salsas. Dependiendo de la cantidad de alimentos que quieras almacenar, añade más de un ajo.

Por otro lado, la cebolla, gracias a sus flavonoides, si la incluyes en los platos que quieres preservar, alarga el tiempo de duración de esos alimentos, pudiendo aguantar más días en la nevera.

Especias como el clavo para almacenar alimentos

Esta especia es útil para conservar, mayoritariamente, cualquier alimento pero en especial es bueno para salsas y verduras asadas. Añade 3 o 4 clavos machacados para reducir el crecimiento de hongos y bacterias.

Aunque los conservantes químicos no son perjudiciales para la salud en pequeñas cantidades, siempre es importante tener otros métodos para conservar la comida de manera natural. Además de los conservantes naturales que te hemos explicado, es importante saber cómo envasar tus productos de manera adecuada. 

Algunos alimentos como los plátanos, los limones o las naranjas no necesitan envase, sino mantenerlos a temperatura ambiente y consumirlos lo antes posible. En cambio, otras frutas como las fresas o las frambuesas necesitan de un envase especial, como un bote o una bolsa perforada que permite la circulación del aire. Además, has de mantenerlas en un lugar frío como la nevera. Por último, no tires los botes de cristal que tengas y utilízalos para guardar cualquier comida que te sobre y evitar que el aire desarrolle bacterias y hongos.

¿Te animas a probar estos conservantes naturales en casa?

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