Salud
bebidas sin gas saludables

¿Cuáles son las bebidas sin gas más saludables?

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Imagínate un caluroso día de verano en el que tu hijo te pide algún tipo de refresco para luchar contra el clima. ¿Qué haces? Probablemente quieras que tu pequeño tome algo saludable, pero le ofreces agua fresca y no la quiere. ¿Entonces? Tal vez puedas probar con alguna de las bebidas sin gas saludables, pero, ¿existen y son recomendables?

Es normal que pienses que refresco y saludable son términos que no combinan bien. Además, casi siempre contienen ese elemento que es el gas, que no suele ser bueno para el organismo humano.

Entonces, piensas en bebidas sin gas como batidos o zumos, pero miras su composición y encuentras unas cantidades de azúcar demasiado elevadas. ¿Qué haces? Busquemos soluciones.

El problema de los refrescos con gas

¿Por qué los refrescos con gas no son recomendables? En general, suelen combinar dos o tres elementos que no son demasiado saludables para nuestro organismo:

  • El gas: puede causar daños y provocar dolor estomacal, gases o hinchazón. Y, además, estimula el apetito, lo que te hará comer más.
  • El azúcar añadido: para que tengan un sabor agradable, se les añade mucha azúcar, buena parte artificial. Esto podría incluso crear un trastorno de dependencia.
  • La cafeína: no todos la contienen, pero es una sustancia estimulante que también puede crear dependencia, además de insomnio, temblores o pérdida de vitaminas.

Por qué apostar por bebidas sin gas saludables

Ya conocemos los problemas que pueden conllevar las bebidas con gas tanto para ti como adulto, como para tus hijos.Ahora bien, apostar por bebidas sin gas, que puede ser una buena opción, también implica eliminar en la medida de lo posible sustancias como el azúcar o la cafeína.

La recomendación principal que hace la EFSA, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, es tomar agua siempre que se tenga sed. Conviene beber entre 2 y 2,5 litros al día aproximadamente.

Además, la Organización Mundial de Salud advierte de la no necesidad de que tomes azúcar en tus bebidas. Pero, si se ingieren, se recomienda que no suponga más del 10% del total de la bebida, y, preferiblemente, que no alcance el 5%.

Bebidas sin gas recomendables

Dicho esto, si apuestas por la toma de bebidas sin gas, lo mejor es siempre ir a lo natural. O sea, elige aquellos productos menos procesados y, si es posible, hazlos en casa.

En cualquier caso, siempre conviene que apuestes por bebidas sin gas y con poca azúcar añadida como:

  • Zumos de hortalizas y verduras: seguramente no sean siempre los más apetitosos, pero tomar remolacha o zanahoria, por ejemplo, ayuda a controlar la presión arterial. Por eso se aconseja añadirlos a un zumo de frutas, si se quiere un resultado final algo más dulce.
  • Zumos naturales de frutas: el punto anterior nos trae a este. La fruta natural en zumo es la mejor forma de consumir bebidas sin gas saludables, ricas, sin azúcares añadidos y realmente saludables.
  • Batidos: mezclar fruta con lácteos también es saludable siempre que no se añada azúcar. Se puede optar por leche, yogur o kéfir en sus versiones más naturales y menos grasas.
  • Infusiones: los tés, los poleos menta, las manzanillas… También son recomendables, aunque no conviene añadir azúcar. Además, hay que tener en cuenta que algunas, como el té, son estimulantes, por lo que es aconsejable que los dosifiques.
  • Leche: la leche sigue siendo una fuente de nutrientes importante para tu organismo. Es rica en calcio y en magnesio, por lo que se recomienda su consumo sin añadidos, sobre todo durante la infancia.
  • Agua de coco: es una bebida refrescante que aporta magnesio, potasio y vitamina C. Al añadir electrolitos, permite una pronta recuperación física. Ahora bien, como advertimos siempre, no debe ser azucarada y, además, todavía se investiga, pues no está libre de cierta controversia.

En resumen, sí que existen las bebidas sin gas saludables y las puedes consumir con moderación, aunque lo más sano siempre será el agua. Ahora bien, recuerda evitar el azúcar y otras sustancias añadidas como la cafeína y, por supuesto, el alcohol.

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