El cáncer de vejiga es uno de los más frecuentes y representa el 3,3 % de todos los tipos de tumores, según el informe del Global Cancer Observatory (GCO), teniendo una mayor incidencia en hombres que en mujeres.
Mantener unos hábitos saludables como una alimentación equilibrada y hacer actividad física de forma regular, puede ayudar a sobrellevar los efectos secundarios del tratamiento.
Por norma general, la enfermedad y el método de recuperación van a alterar tus hábitos alimenticios, ya que tendrás que regular lo que comes. Te contamos la importancia de seguir una alimentación adecuada y si existen realmente alimentos prohibidos para el cáncer de vejiga.
El cáncer de vejiga es un tumor que se origina en las células uroteliales que recubren el interior de la misma. El tabaco es la causa principal de su aparición, siendo el responsable en el 40% de los casos diagnosticados. Sin embargo, también puede ser ocasionado por haber estado en contacto prolongado con sustancias químicas como pinturas o disolventes y un factor genético en menor porcentaje.
La aparición de sangre en la orina es el síntoma más frecuente, indoloro y con coágulos, aunque también es habitual escozor o dolor al orinar, así como la necesidad de ir al baño muchas veces.
Como muchos tipos de cánceres, una alimentación adecuada puede prevenir la aparición, siendo especialmente importante el consumo de frutas y verduras por ser una fuente de nutrientes que fortalecen el sistema inmunitario. El elevado contenido de antioxidantes reduce el daño causado por el tabaquismo, principal causa de su aparición.
Es recomendable evitar los alimentos ultraprocesados como el azúcar, la sal y las grasas saturadas. En el cáncer de vejiga es especialmente aconsejable reducir el consumo de carnes rojas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera carne roja a toda la carne muscular de los mamíferos, incluyendo la carne de res, ternera, cerdo, cordero, caballo y cabra, cómo se confirma en este informe de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer.
La recomendación oficial de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) es consumir cómo máximo 500 gramos semanales por persona de carne roja, puesto que varios estudios aseguran que este tipo incrementa el riesgo de padecer este tipo de cáncer.
Además, debido al tratamiento es habitual perder el apetito, pero es importante comentar este síntoma con un especialista para seguir un plan de alimentación que te ayude a hacer frente a esta situación.
Establecer un plan de alimentación equilibrado que aporte los suficientes nutrientes es importante para que el cuerpo reciba los nutrientes que necesita. Lo cierto es que, los expertos recomiendan seguir la dieta mediterránea, rica en legumbres, cereales, frutas y vegetales, pescado, huevos y un consumo moderado de leche y productos lácteos.
Las proteínas son esenciales tras la quimioterapia o radioterapia, puesto que ayudan a combatir infecciones y a sanar los tejidos. Por lo tanto, es recomendable incluir en la alimentación productos lácteos como queso, yogur griego, huevos cocidos, pechuga de pollo o de pavo.
Al igual que los carbohidratos y grasas saludables, puesto que son una fuente de energía para el organismo. Añadir aceite de oliva virgen extra, pescado azul, frutos secos, aguacate, soja, cacahuetes, arroz, patatas, guisantes y pan.
Si has sido diagnosticado con esta enfermedad, es esencial que hagas un consumo equilibrado de los alimentos recomendados en la dieta mediterránea y elimines de tus hábitos aquellos que no se deben consumir.
En nuestro cuadro médico tendrás una gran variedad de especialistas en nutrición, urología y oncología con los que podrás contactar para asesorarte de un plan de alimentación adaptado a tus necesidades, ya sea para la prevención o tratamiento de cualquier enfermedad. Aun así, te recomendamos seguir el consejo de tu urólogo y oncólogo si ya estás en tratamiento de cáncer de vejiga.