La formación de gases en el intestino (o flatulencia) suele ser una consecuencia natural de la ingestión y digestión de los alimentos que se consumen o de la fermentación de las partes menos digeribles de estos por parte de las bacterias que conforman nuestra flora intestinal.
Cuando se torna excesiva, la flatulencia puede causar otras molestias como distensión abdominal e interrumpir la vida normal de quien la padece. Es por eso que se debe indagar acerca de sus causas y tratarse con cambios en la dieta y el estilo de vida. Incluso, de acuerdo con el diagnóstico de cada caso, puede que sean necesarios medicamentos de apoyo.
En el siguiente artículo se recogen las principales causas y síntomas asociados a la flatulencia, los alimentos que producen gases y hábitos que más se relacionan con este problema, así como los consejos a seguir para evitarlo o mejorarlo.
Existen diversos motivos por los que se pueden producir gases, desde causas naturales hasta algunas condiciones de salud relacionadas con el sistema digestivo. Entre ellas se encuentran:
Entre los síntomas más frecuentes asociados con la formación de gases, se podrán encontrar:
De padecerlos con frecuencia, se ha de consultar con un especialista en digestivo, quién podrá solicitar las pruebas pertinentes para elaborar un adecuado diagnóstico y un plan de tratamiento que logre su mejoría.
En los últimos años la dieta consumida, principalmente en occidente, se ha caracterizado por incluir un exceso de productos ultraprocesados, bebidas azucaradas o edulcoradas y grasas de pobre calidad, así como por desplazar el consumo de fibra (a través de frutas, vegetales y hortalizas, legumbres, frutos secos…) por el de otros alimentos refinados.
El aumento del consumo de alimentos que dan gases, acompañado del estilo de vida actual, caracterizado por el estrés, el poco tiempo disponible en muchas ocasiones para realizar una comida distendida y relajada, contribuyen a que muchas personas padezcan gases con mayor frecuencia de lo esperable.
La buena noticia es que cada uno de estos hábitos será susceptible de modificación. Por ejemplo, se podrán sustituir las frituras o grasas de pobre calidad por preparaciones a la plancha, al vapor, al horno, entre muchas otras.
También, se podrán utilizar aceites y alimentos ricos en grasas saludables omo el aceite de oliva virgen extra AOVE, el aguacate, las aceitunas, los frutos secos o las semillas.
Desde luego, siempre hay que tener en cuenta que es importante la moderación y comer despacio, entre otros hábitos, porque incluso estos alimentos pueden ocasionar flatulencia aunque indirectamente. A modo de ejemplo, tomado en exceso, también el aguacate produce gases y dolores abdominales en las personas más sensibles a los carbohidratos. La avena da gases también si se toman en exceso o de repente se incrementa su consumo porque es rica en fibra.
Por otro lado, para prevenir problemas de mala digestión y flatulencia se podrá:
Por último, se podrá implementar el hábito de realizar cada día una caminata ligera o de meditar para mejorar el estrés, entre otras prácticas y consejos que podrán ser de apoyo para estar y sentirse mejor.
Aunque dependerá de la susceptibilidad de cada persona a los distintos alimentos que pueden formar parte de la dieta, en el siguiente listado se recogen aquellos que más frecuentemente se asocian con la formación de gases:
Las verduras consideradas más flatulentas suelen ser:
En el listado hemos indicado los vegetales más flatulentos, pero cabe destacar que también otras verduras los son. Las espinacas dan gases, por ejemplo, y también otras verduras de hoja verde como la acelga y la lechuga dan gases.
Muchas personas perciben que también el tomate produce gases u otras verduras como apio, zanahorias, para otros los espárragos dan gases. A pesar de que en la mayoría de los casos son verduras que no producen gases, las personas con problemas digestivos pueden padecer flatulencia si las consumen crudas o poco hechas.
En el caso de las frutas que dan gases, se suele prestar atención a:
Aunque es posible tomar lácteos sin que exista ninguna molestia, es consabido que la leche produce gases en muchas personas. De hecho, gran parte de la población refiere dificultad para tolerar la lactosa o las grasas contenidas en estos alimentos, por lo que puede resultar beneficioso en ciertos casos, evitar los lácteos enteros y reemplazarlos por alternativas deslactosadas o desnatadas.
Además, se aconseja evitar la leche condensada, la nata y las elaboraciones con nata y los quesos curados.
Se asocian también a la formación de gases:
No, ya que como se ha mencionado dependerá de la causa de la formación de gases y la susceptibilidad de cada persona.
Así, habrá quienes puedan tolerar casi todos los alimentos a excepción de unos pocos, como ocurrirá, por ejemplo, en el caso de personas con intolerancia a la lactosa. Estas últimas solo han de evitar este componente en lácteos o productos procesados, pero podrán comer sus variedades deslactosadas además de frutas, vegetales, legumbres y otras opciones sin problema; mientras que en otros casos, como ocurrirá por ejemplo ante algún cuadro de malabsorción de nutrientes más complejo, será necesaria la exclusión de un mayor número de alimentos (incluídas verduras y frutas que no producen gases normalmente).
También existirán casos en que las medidas como masticar más despacio, caminar 10-15 minutos tras las comidas o retirar las bebidas gaseosas puedan ser suficientes.
Para evitar o reducir la aparición de gases, podrá ser de ayuda:
Se ha de buscar ayuda profesional en caso de que este problema se mantenga en el tiempo o se acompañe de otros síntomas gastrointestinales como dolor, diarrea, pérdida de apetito, entre otros.
La formación excesiva de gases no suele asociarse a problemas graves, aunque puede resultar molesta y embarazosa, pero usualmente podrá mejorar con cambios en la alimentación y el estilo de vida como los recogidos en este artículo y en el descargable que lo acompaña, 7 consejos y 12 platos para comer sano y evitar los gases, en el que además se mencionan los alimentos que menos se relacionan con la formación de gases, métodos de cocinado más recomendables y recetas a probar para disfrutar de una comida saludable, deliciosa y libre de gases.