Cuando toca realizar obras en casa o en un negocio, siempre tratamos de acudir a los mejores profesionales. Es necesario que los trabajadores que contratemos tengan un historial de trabajo impecable y que nos puedan dar referencias de proyectos anteriores, todavía más si lo que necesitamos son obras de fontanería.
Las tareas de estos profesionales no solo abarcan las instalaciones y el mantenimiento de las tuberías para el suministro del agua potable, sino que también son los encargados de las acciones para la retirada de aguas residuales, además de tareas como el montaje o desmontaje de lavamanos y sanitarios, entre otras.
Te has preguntado alguna vez, ¿qué ocurre si hay un incidente en tu hogar derivado de un trabajo de fontanería? O, por el contrario, ¿eres fontanero y estás preocupado por si ocasionas perjuicios a terceros fruto de tu actividad laboral? Hoy hablamos sobre cómo funciona la responsabilidad civil de los fontaneros.
La responsabilidad civil es una cobertura que protege al fontanero frente a reclamaciones por daños o perjuicios causados a terceros durante su actividad profesional. Esto puede incluir daños materiales, como los que se generan en una reforma al afectar instalaciones o bienes del cliente durante un trabajo (por ejemplo, filtraciones de agua que dañen paredes, suelos o mobiliario).
También incluye daños personales si alguien resulta lesionado debido al trabajo realizado, como resbalones o caídas provocadas por agua en áreas comunes.
Además, muchas pólizas de RC cubren los costos legales asociados a la defensa del fontanero en caso de una reclamación judicial, así como las indemnizaciones que pudieran derivarse de estas situaciones.
Uno de los percances laborales que pueden dañar la imagen de un fontanero son los escapes de agua a causa de un sellado defectuoso de las tuberías. La formación de un charco y el deterioro de paredes, suelos o techo derivado de este, son consecuencias que queremos evitar a toda costa. Pero todavía podemos encontrarnos con situaciones de mayor gravedad, como la rotura de una cañería por la que circula líquido a alta presión, ya que los daños en este caso serían de mayor magnitud.
Otro de los imprevistos que pueden ocurrir durante la realización de un trabajo de fontanería, es que, durante la sustitución de un lavamanos, se rompa el espejo colgado en la pared o se caiga un sanitario y rompa una de las baldosas del suelo. Es por todo ello que, si eres fontanero, es importante que cuentes con un seguro de responsabilidad civil.
No hay nada mejor que estar cubierto ante percances de este tipo. No importa cuántos años lleves en la profesión, ni el prestigio y reputación que tengas, recuerda que somos humanos y un incidente le puede ocurrir a cualquiera.
¿Para qué me sirve el seguro de responsabilidad civil si soy fontanero? Si eres autónomo, puede que te hayas planteado esta cuestión en alguna que otra ocasión.
Aunque este seguro no es obligatorio para ejercer como fontanero autónomo, si trabajas a través de subcontrataciones, muchas empresas lo exigen como requisito indispensable, lo que hace relevante contar con él para ampliar tus oportunidades laborales. De hecho, en estos casos, disponer de una póliza de responsabilidad civil se convierte en un punto de respaldo, además de servir como un plus de transparencia y profesionalidad de cara a los clientes.
Este seguro no solo te permite responder ante daños ocasionados a terceros durante el ejercicio de tu trabajo, sino que además ofrece coberturas específicas muy útiles. Por ejemplo, el seguro de responsabilidad civil de Occident incluye la cobertura de gastos judiciales derivados de cualquier incidente que implique daños a terceros, así como asesoramiento en situaciones de reclamación legal.
Además, las coberturas de Occident incluyen protección ante posibles indemnizaciones que puedan ser reclamadas, ya sea por daños a instalaciones durante el trabajo o incluso si se producen por defectos que se ven meses después a través de la cobertura post trabajos. En conclusión, aunque la póliza de responsabilidad civil no sea obligatoria por ley para los fontaneros, es altamente recomendable tener contratada una, ya que ante cualquier incidente una reclamación podría suponer perder la estabilidad económica.
Sí es posible ajustar el precio para ajustarse mejor a las necesidades que tiene cada cliente, pero el precio del seguro está relacionado con la actividad, en este caso fontanería, y la facturación anual.
Generalmente, el seguro cubre daños accidentales durante la instalación, pero no si el daño es causado por materiales de mala calidad o uso inapropiado.
En el caso de Occident estaría cubierto en todo el territorio nacional, e incluso existe la posibilidad de cubrir trabajos cruzando fronteras, algo necesario en sitios como Galicia o cerca de Pirineos.
Post publicado originalmente el 26 de septiembre de 2018, actualizado el 20 de diciembre de 2024.