Y tú, ¿estás pensando en emprender tu propio negocio? Entonces es muy importante que elabores un plan de negocio antes de que tu empresa empiece a operar, ya que este documento te permitirá saber qué pasos debes dar para desarrollar la actividad, cuánto necesitas invertir y qué posibilidades tienes de éxito entre otras muchas cosas. A continuación te presentamos un ejemplo de plan de negocio para que conozcas los pasos que debes dar para elaborarlo. ¡Lee con atención!
Un plan de negocios es un documento que sirve de punto de partida para cualquier empresa. En él el emprendedor describe de forma minuciosa cómo se va a poner en marcha y cómo va a desarrollarse su negocio durante un periodo de tiempo determinado. Por lo tanto recoge toda la información sobre la situación del mercado, el sector y el entorno en el que va a operar y a competir.
Así pues, un plan de negocio le sirve al emprendedor como hoja de ruta y como guía para el análisis estratégico de su proyecto.
Cualquier empresa necesita tener listo un plan de negocios antes de comenzar a operar, y una vez activa, debe ir actualizándolo y manteniéndolo. Las razones son las siguientes:
En definitiva, un plan de negocios es fundamental para que las empresas puedan mantenerse y crecer sobre unos cimientos sólidos.
Ahora que ya tienes claro lo que es un plan de negocio y por qué debes contar con uno ¡es momento de que aprendas a crearlo! A continuación verás los pasos que necesitas seguir para elaborar un plan de negocio, y para que lo visualices mejor, utilizaremos el ejemplo de una clínica veterinaria. Comencemos:
Esta primera parte de tu plan de negocio es un resumen de los aspectos más importantes de tu proyecto. Debe incluir: tu idea de negocio (una clínica veterinaria), su visión (por ejemplo, convertir tu clínica veterinaria en un centro de referencia del bienestar animal en tu ciudad), su misión (por ejemplo, mejorar la calidad de vida de los animales de compañía) y los objetivos explicados de forma breve (por ejemplo conseguir 1.000 clientes en seis meses, una facturación de 20.000 euros…), además del público al cual vas a dirigirte (población con mascotas), los servicios que vas a ofrecer (¿tendrías quirófano? ¿Ofrecerías atención para partos? ¿Incluirías zona de tratamientos o de cuarentena?), el valor de esos servicios o productos (el precio y el beneficio que obtendrían los dueños de los animales), la competencia que encontrarás en tu ámbito de operación y la inversión necesaria para comenzar.
A continuación debes explicar con todo lujo de detalles el producto o servicio que deseas desarrollar: cuál es el concepto, cuál fue el origen de la idea y cuáles son sus características distintivas, dónde ofrecerías tus servicios o productos y cuántos trabajadores harían falta para conseguirlo. Además tendrás que especificar a qué tipo de público vas a dirigirte y por qué, y qué necesidades satisface aquello que ofreces.
En el caso de una clínica veterinaria habría que hacer hincapié en el valor diferencial, es decir, aquello que tú ofreces que ninguna otra clínica ofrece. Y es que hay muchos veterinarios, y por lo tanto mucha competencia: por eso sería esencial que encontraras una característica única en tu idea.
Este punto es crucial y por eso tendrás que dedicarle tiempo. Un buen análisis de mercado (un estudio de su tamaño, su madurez, los factores de éxito que lo caracterizan, cuál es su evolución actual, cuál es su ritmo, cuáles son sus principales tendencias, qué dificultades encuentran las nuevas empresas para entrar en él…) te permitirá conocer bien a tus potenciales clientes, anticipar su respuesta y posicionar bien tu negocio.
En este sentido, el análisis de tu competencia es crucial: debes identificar qué es lo que ellos hacen bien y qué es lo que se les escapa para mejorarlo. En el caso de una clínica veterinaria deberías centrarte en las clínicas de tu zona y en aquellas más populares de tu ciudad. Sin embargo, si compites en Internet, tendrás que investigar qué empresas de tu sector son las que competirán contigo en la red.
En esta parte, que es una de las más técnicas, debes definir tu modelo de negocio (en el caso de las veterinarias lo más común es Business to Consumer -B2C- o franquicias) y su plan financiero (haciendo hincapié en la inversión necesaria para lanzar tu proyecto y en las fuentes que utilizarías para conseguirlo, por ejemplo crédito bancario, de inversionistas…), incluir el portfolio de productos o servicios que vas a ofrecer a tus clientes y hablar de los principales objetivos estratégicos de tu negocio.
Esta sección debe incluir una descripción detallada del personal que te haría falta para poner en marcha tu negocio (cuántos veterinarios, peluqueros caninos, secretarios… necesitaría tu clínica para funcionar), además de una exposición de la denominación social y comercial de la empresa, su objeto social, los fundadores, el capital social, sus órganos de administración (administrador único en el caso de la mayoría de pymes) y de las obligaciones que tendría que cumplir con la Administración.
Aquí debes especificar en qué fase se encuentra tu producto o servicio, es decir, si es algo novedoso que no se ha probado antes o si ya existe un prototipo. En el caso de una clínica veterinaria, que es un negocio clásico, deberías hablar de cómo muchas empresas han conseguido triunfar en este ámbito dado el creciente interés por las mascotas y el bienestar animal.
¿Qué acciones de marketing vas a llevar a cabo para alcanzar los objetivos que te has marcado en tu plan de negocio? ¿Cuántos recursos necesitarás para ponerlos en marcha? ¿Vas a trabajar con alguna agencia de marketing o consultoría? Todo esto debes añadirlo en la parte de estrategia de marketing.
Por último, debes tener en cuenta los riesgos a los que se podría enfrentar tu negocio y exponerlos para poder contar con ellos y elaborar un plan en caso de que te afecten para poder atajarlos cuanto antes.
Siguiendo los ocho pasos de este ejemplo de plan de negocio podrás tener una visión muy amplia de tu proyecto y sabrás cómo gestionarlo en todo momento.