El libro mayor y el libro diario son documentos necesarios para llevar a cabo la contabilidad de cualquier empresa. Las operaciones que se registran en el segundo deben pasar al primero pero, ¿cuáles son sus diferencias?, ¿son los dos libros obligatorios a la hora de registrar todos los movimientos y operaciones que se realizan?
En una empresa, al margen de su forma jurídica, es importante mantener un control de la actividad contable, ya sea por obligación o para conocer el estado de las cuentas con determinada periodicidad.
Infórmate y conoce de qué manera pueden ayudarte el libro mayor y diario.
El libro mayor es un libro voluntario y auxiliar en contabilidad. Aunque su uso no es obligatorio para todas las empresas, es de gran utilidad. En él se registra la actividad contable de todos los elementos patrimoniales de la empresa de manera cronológica, precisando el origen de las operaciones financieras que se han realizado.
En primer lugar, para registrar la actividad contable en el libro mayor hay que tener en cuenta la asignación de cada cuenta en dos columnas: a la izquierda el “Debe” y a la derecha el “Haber”.
En segundo lugar, el libro Mayor se divide en hojas. Cada hoja está destinada a una cuenta contable, distinguiendo así las cuentas de capital, bancos, caja, etc. Cada hoja presenta la información en cinco columnas:
Así, reflejamos todas las operaciones que afectan a cada cuenta contable.
El libro diario es uno de los libros obligatorios para llevar a cabo la contabilidad de una empresa, tal y como lo exige el Código de Comercio. Este deberá estar legalizado en el Registro Mercantil perteneciente al municipio o localidad donde esté registrado el domicilio fiscal de la compañía.
En el libro diario hay que incluir cada operación o movimiento que se realiza en la empresa para reflejar su actividad diaria a lo largo de un ejercicio contable. A diferencia del libro mayor, en el libro diario las cuentas se incluyen como asientos. Estas también se incluyen por orden cronológico y se dividen en dos columnas: el Debe (destino de cada operación) y el Haber (origen), con una estructura muy similar a las del libro mayor.
Por tanto, como diferencias principales encontramos que:
Tanto el libro diario como el libro mayor resultarán de gran utilidad a la hora de elaborar el Balance y la Cuenta de Resultados, que son también obligatorios.