Autónomos y pymes

Índice de contenidos

La variación de existencias es una de las operaciones contables más importantes para cualquier empresa dedicada a la fabricación o la venta de productos. Sin embargo, para poder realizar este cálculo es imprescindible saber cómo contabilizar las existencias, puesto que sin este dato no se puede llevar a cabo la operación. Y tú, ¿sabes cómo contabilizar existencias? En este post te explicamos cómo debes hacerlo: sigue leyendo. 

¿Qué son las existencias?

Las existencias son los bienes y productos que una compañía fabrica o compra para vender o revender, y cuya venta, que es la principal actividad de la empresa, le permite obtener beneficios.  

Es decir, son los activos de los cuales dispone una empresa que aún no han sido vendidos. 

Pongamos un ejemplo: imagina que tienes una empresa que vende muebles. Tus existencias serán los muebles, ya que tu actividad principal es la venta de esos muebles y es eso lo que te permite ingresar dinero. 

Por lo tanto, las empresas contabilizan sus existencias para poder calcular la variación de existencias al final del ejercicio contable. Si las existencias al final del ejercicio son superiores al principio, la diferencia supondrá un ingreso para la empresa, y si son inferiores, un gasto. 

¿Por qué? Porque las existencias no son un gasto para la empresa, sino un activo con valor. Por ejemplo, si la empresa tiene cuatro ordenadores sin vender y cada uno vale 1.000 euros, la compañía no tiene pérdidas, sino 4.000 euros en existencias. 

Las existencias se contabilizan al final del ejercicio contable, es decir, el día 31 de diciembre, que es cuando se calcula la variación de existencias. 

¿Cómo se contabilizan las existencias? 

Las existencias se contabilizan a precio de coste, es decir, por el precio que se ha pagado por ellas al comprarlas o producirlas. 

En cuanto a las cuentas contables dónde se recogen las existencias se encuentran en el grupo 3 del Plan General de Contabilidad.

A la hora de contabilizar las existencias debes distinguir entre: 

  • Aquellas que se venden sin realizar ninguna transformación: para contabilizarlas se utilizará la cuenta 300 Existencias Comerciales
  • Aquellas que forman parte de la fabricación de los productos de la empresa: para contabilizarlas hay que emplear la cuenta 310 Materias Primas. 
  • Aquellas que complementan al producto que se vende: para contabilizarlas habrá que acudir al subgrupo 32 Otros Aprovisionamientos. En este subgrupo se pueden encontrar multitud de existencias: combustibles, repuestos, embalajes, envases, material de oficina… Cabe destacar que las empresas que se dedican a vender estos productos deben considerarlos como existencias comerciales. 

Por otra parte, las empresas que se dedican a la fabricación deben utilizar otras cuentas relativas al proceso de producción: 

  • La cuenta 330 Productos en Curso: se trata de aquellos productos que están en fase de elaboración, es decir, que no es una materia prima pero tampoco un producto final ni algo que se pudiera vender a otras empresas. 
  • La cuenta 334 Productos Semiterminados: se trata de la cuenta donde irían esos productos intermedios que no son una materia prima ni un producto final pero que sí se podrían vender a otras empresas. 
  • La cuenta 350 Productos Terminados: es aquella donde incluiríamos el producto finalizado ya embalado y empaquetado. 

Contabilizar existencias de forma correcta te ayudará a calcular la variación de existencias sin errores y así podrás asegurarte de que los resultados de tu empresa son adecuados.

Escribe un comentario